Los republicanos de Texas buscan redibujar el mapa electoral con miras a las elecciones de medio mandato, en un intento por asegurar más escaños en la Cámara de Representantes y conservar así el control de su partido en el hemiciclo.

El primer borrador de la propuesta, presentado este miércoles, crea cinco nuevos distritos que, según análisis de medios locales, favorecerían al Partido Republicano.

La medida, impulsada por el presidente Donald Trump, le daría a su partido una ventaja frente a los demócratas en las elecciones legislativas generales de 2026, en las que se renovará la totalidad de la Cámara Baja y un tercio del Senado.

A nivel nacional, los republicanos buscan mantener y ampliar su mayoría en la Cámara de Representantes (220-212), y con ello conservar el poder legislativo que ha dado rienda suelta la agenda trumpista.

El nuevo mapa amenaza varios de los distritos actualmente representados por demócratas. En concreto, reconfigura las regiones que representan los legisladores Henry Cuéllar y Vicente González, en el sur de Texas, para dar ventaja a los republicanos, y elimina el distrito del progresista Greg Casar, en el centro del estado.

De esta manera, los republicanos podrían pasar a controlar 30 de los 38 escaños que le corresponden al estado en la Cámara Baja, frente a los 25 que ostentan actualmente.

La iniciativa es inusual: se está promoviendo en una sesión especial del legislativo tejano, convocada por el gobernador Greg Abbott en pleno verano y antes de tiempo, ya que el rediseño de los mapas electorales a nivel nacional suele realizarse cada diez años.

Los demócratas tejanos ya han expresado su rechazo a la propuesta, asegurando que se trata de una estrategia “ilegal de supresión del derecho al voto”.

“La fusión de estos distritos es una supresión ilegal del voto de los afroamericanos y latinos del centro de Texas”, escribió el legislador demócrata Casar en un comunicado.

“Es un ataque contra el derecho al voto y una violación flagrante de la Ley de Derecho al Voto de Martin Luther King de 1965. Trump y sus aliados quieren destrozar esa ley, y planean empezar aquí mismo, en el centro de Texas”, agregó.

La congresista Sylvia García, por su parte, aseguró que la propuesta republicana es una “maniobra” del partido para “acaparar poder”.

“Trump está promoviendo este engaño porque sabe que sus políticas son profundamente impopulares”, sentenció.