Un autobús que una vez atrajo gente en peregrinaciones a veces mortales a las zonas rurales de Alaska ahora puede visitarse de manera segura en la Universidad de Alaska Fairbanks, donde atraviesa un trabajo de preservación.

El bus fue trasladado a las instalaciones de ingeniería de la universidad la semana pasada para ser preparado para una exposición al aire libre en el Museo del Norte, informó la estación de televisión de Fairbanks KTVF.

El autobús abandonado de Fairbanks se convirtió en un refugio para cazadores y otras personas que usaban el campo cerca del Parque Nacional y Reserva Denali, pero se volvió un faro para aquellos que deseaban volverse sobre los pasos de Christopher McCandless, quien caminó hasta él en 1992.

El hombre de Virginia de 24 años murió de hambre cuando no pudo devolverse caminando debido a la crecida del río Teklanika. Mantuvo un diario durante sus últimos días que fue descubierto cuando se encontró su cuerpo.

La terrible experiencia de McCandless fue relatada en el libro de 1996 “Into the Wild” (“Hacia rutas salvajes”) de Jon Krakauer, y más tarde en una película homónima dirigida por Sean Penn y protagonizada por Emile Hirsch (que en español también se tituló “Camino salvaje”). Gente de todo el mundo hizo del autobús un punto focal y trató de realizar el mismo recorrido de McCandless.

El estado de Alaska retiró el autobús a unos 40 kilómetros (25 millas) de la ciudad de Healy luego que dos mujeres, una de Suiza y otra de Bielorrusia, se ahogaran en homenajes a éste. Hubo otras 15 misiones de búsqueda y rescate desde 2009, dijo el Departamento de Recursos Naturales del estado en agosto de 2020, cuando el vehículo fue sacado del desierto por aire.

Mucha gente tiene una conexión personal con el autobús, dijo Angela Linn, gerente senior de colecciones de etnología e historia del museo.

“Está bien que la gente tenga esta gran variedad de sentimientos sobre el autobús”, dijo Linn. “Eso significa que están pensando al respecto. Tienen opiniones y eso significa que están comprometidos con la historia, lo cual es realmente importante para quienes estamos en el negocio de preservar la historia”.

El bus es conservado en un espacio seguro con calefacción que tiene controles ambientales. También tiene un espacio de observación elevado que permite a cualquier persona verlo de forma gratuita los días de semana. Se espera que permanezca allí hasta el final del año académico.

Preparar el autobús para exteriores es un proceso extenso, dijo Linn.

“Una de las primeras cosas que vamos a hacer es documentar, de manera realmente sistemática, todos los grafitis que se pueden ver en el interior y exterior del autobús. Esta es una parte realmente importante de los últimos 30 años del autobús”, señaló.

Los agujeros hechos en el techo y el piso para permitir que un helicóptero lo sacara del bosque deben repararse, dijo Linn, y el autobús está lleno de agujeros de bala.

“Algunos de ellos son un poco peligrosos. Los disparos que vienen del interior dejan estos agujeros irregulares, y no queremos que nadie resulte herido cuando esto finalmente se exhiba”, dijo.

El autobús de la década de 1940, a veces llamado “Autobús 142″ o “El Autobús Mágico”, fue utilizado para albergar a los empleados de Yutan Construction Co. cuando construyó una carretera de acceso a unos 40 kilómetros (25 millas) al oeste de la autopista Parks, la vía principal entre Anchorage y Fairbanks.

El autobús fue abandonado en 1961 y se había convertido en un refugio de emergencia para quienes usaban el campo para recrear o cazar.

Contar la otra historia del autobús será parte de la exhibición permanente.

“Esa es una de las cosas que queremos explicarle a la gente y mostrarle que hay mucho más en la historia del autobús que sólo esos 114 días asociados con McCandless”, dijo Linn.