WASHINGTON. El exvicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders alegaron cada uno ser la mejor opción para guiar a Estados Unidos ante el coronavirus durante su debate por la candidatura presidencial demócrata, uniéndose en sus críticas a la respuesta del mandatario Donald Trump a la pandemia, pero con claras diferencias sobre la manera en que enfrentarían la crisis económica y de salud pública.

El coronavirus en EE.UU ha dejado unos 3,200 casos y 62 fallecidos, además del cierre de escuelas, restaurantes y otros establecimientos en varios de los 50 estados del país.

Biden se comprometió a desplegar al ejército para ayudar en las labores de recuperación y advirtió que podría ser necesario un rescate financiero federal para estabilizar la economía.

“Es una emergencia nacional. Convocaría a los militares ahora mismo”, aseveró.

Sanders se inclinó por las mismas políticas locales que han dominado su campaña, argumentando que un sistema de seguros médicos gestionado por el gobierno, que ha defendido desde hace tiempo, le permitiría al país responder más rápido a una crisis de salud.

"Esta pandemia expone las debilidades increíbles de nuestro sistema sanitario. Estamos gastando en cuidados sanitarios el doble que cualquier otro país. ¿Cómo en nombre de Dios tenemos a 87 millones de personas sin seguro médico?", se preguntó Sanders, que ha abanderado la lucha por un sistema gratuito en EE.UU., donde hay 340 millones de habitantes.

“¿Por qué la gente no puede pagarse las medicinas que necesitan? Porque tenemos un grupo de corruptos a cargo de las farmacéuticas que están diciendo: ¡Oh! ¡Esto es una oportunidad, vamos a hacer una fortuna!”, enfatizó Sanders, mientras se frotaba las manos.

El brote del coronavirus ha transformado rápidamente casi todos los aspectos de la vida de los estadounidenses, causando el cierre de escuelas en todo el país y alterando los itinerarios de viajes. Los temores provocados por el virus también han obligado a suspender los eventos de campaña y a que algunos estados posterguen sus primarias debido a las recomendaciones de las autoridades de salud por evitar las grandes concentraciones.

“Esto es más grande que cualquiera de nosotros, esto requiere que todos en la nación nos apoyemos unos a otros”, dijo Biden.

De hecho, la ventaja rumbo a la nominación presidencial demócrata ha cambiado drásticamente desde la última vez que Biden y Sanders debatieron hace menos de tres semanas.

Después de un lento inicio durante las primarias, Biden se ha colocado al frente de la contienda con un abrumador respaldo de los votantes negros, así como el de varios otros rivales moderados que han puesto fin a sus aspiraciones. También intenta obtener el respaldo de la senadora Elizabeth Warren, una liberal aliada de Sanders que puso fin a su campaña sin expresar su respaldo por ninguno de los dos precandidatos restantes.

Para Sanders, la realidad es que su camino a la nominación luce cada vez más complicado, y enfrenta la posibilidad de nuevas y dolorosas derrotas en los cuatro estados que votarán el martes. De cualquier forma, lució determinado a marcar agudos contrastes con las propuestas de Biden durante todo el debate, desafiándolo agresivamente en temas como la guerra en Irak y los acuerdos de libre comercio. Argumentó que ha “enfrentado a todos los intereses especiales que hay por allí”, y añadió: “Eso es muy distinto a lo que ha hecho Joe”.

A pesar de que el del domingo fue el primer debate entre sólo dos candidatos en las primarias demócratas, Biden y Sanders han sido los líderes de los extremos ideológicos de su partido durante esta campaña. Sus enfoques para atender la pandemia del coronavirus hicieron resaltar las contrastantes posturas que se comprometen a aplicar si llegan a la Casa Blanca.

Durante el debate, los moderadores preguntaron a los candidatos qué medidas han tomado para protegerse del coronavirus.

Sanders, de 78 años y que hace unos meses tuvo un ataque al corazón, aseguró que está "teniendo mucho cuidado" con las personas con las que interactúa y que usa "mucho jabón y mucho gel desinfectante para manos".

Por su lado, Biden, de 77, reveló que tiene un gel desinfectante en el equipaje que lleva consigo.

Los dos, que están considerados población de riesgo por su avanzada edad, rehusaron estrecharse la mano al comienzo del debate y se saludaron juntando los codos.

En el calendario de primarias, la siguiente fecha clave es el martes, cuando millones de personas están llamadas a las urnas en los estados de Arizona, Illinois, Florida y Ohio.

De momento esas primarias siguen programadas, aunque dos estados (Georgia y Luisiana) han retrasado sus elecciones y Wyoming ha establecido el voto por correo.

En EE.UU. el proceso de primarias es una cuestión de matemáticas: gana la nominación demócrata aquel aspirante que consiga hacerse con el respaldo de un mayor número de delegados en la convención del partido, en la que formalmente se designa al candidato.

Este año habrá 3.979 delegados en la convención, con lo que los aspirantes deben ganar al menos 1.990 (el 50 % más uno) para asegurarse la victoria.

Por ahora Biden lidera la carrera con 890 compromisarios, mientras que Sanders cuenta con el respaldo de 736.