Una botella de whisky japonés de cerca de $6,000 que le fue regalada al ahora ex secretario de Estado Mike Pompeo y que fue reportada como perdida, aún no ha sido hallada, indicó el organismo de vigilancia interna del Departamento de Estado el jueves.

El inspector general de Departamento también señaló que la “bóveda de regalos”, en la que se guardan los obsequios entregados a funcionarios sénior del gobierno estadounidense, fue encontrada en “un estado de desorden” cuando el gobierno de Joe Biden asumió el poder en enero. Subrayó que se necesitan salvaguardias y controles nuevos para garantizar que los regalos a funcionarios sénior de Estados Unidos estén almacenados adecuadamente.

En un informe, el inspector general indicó que no pudo hallar una botella de $5,800 de whisky Suntory Hibiki de 30 años que le fue regalada a Pompeo por el gobierno japonés en 2019, junto con una moneda conmemorativa de oro de 22 quilates avaluada en 560 dólares. Los artículos fueron reportados como desaparecidos en agosto en una notificación presentada ante el Registro Federal.

En ese entonces, un representante de Pompeo dijo que el ex secretario de Estado no sabía nada sobre el regalo ni sobre la pesquisa del inspector general.

Posteriormente, se dio a conocer que una colección de jarrones de porcelana y cobre avaluada en $20,000 y que el gobierno estadounidense adquirió para regalar a los líderes extranjeros que planeaban acudir a una cumbre del Grupo de los Siete antes que esta fuera cancelada, tampoco ha sido hallada. El inspector general reportó que esos jarrones, al igual que un número no específico de bandejas de peltre conmemorativas del G-7, alhajeros de mármol y portafolios de piel avaluados en $680 cada uno, fueron encontrados en un almacén.

La OIG localizó los jarrones perdidos (todos ellos estaban almacenados por lo que el Departamento nunca había aceptado su entrega)”, se indicó en el reporte, en referencia a la oficina del inspector general. “Sin embargo, la OIG no pudo determinar lo que sucedió con los otros artículos, incluyendo la moneda de oro y el whisky. La OIG no pudo rastrear los artículos debido a la falta de un sistema de inventario que indique la ubicación de los artículos y el hecho de que no existen cámaras de seguridad afuera de la bóveda de regalos”, agregó el informe.

Agregó que los registros mostraron que 77 personas ingresaron a la bóveda en 3.051 ocasiones entre el 3 de agosto de 2020 y el 31 de enero de 2021. Muchas de esas personas habían dejado sus cargos en el gobierno para cuando el inspector general inició la investigación y no podrían ser obligados a hablar sobre sus actos o su acceso a la bóveda, según el reporte.

El informe del inspector general recomendó que el Departamento de Estado refuerce la seguridad en la bóveda de regalos y determine si deberían instalarse cámaras de seguridad en las instalaciones.