Los Ángeles. Una madre latina, única sospechosa de asesinar a sus tres hijos en California, sufría de alucinaciones y paranoia, se creía responsable por el COVID-19, había dejado de tomar la medicina ordenada por el psiquiatra y se automedicaba con marihuana, según declaró el padre de los menores ante una corte al solicitar la custodia de los niños antes de la tragedia.

Liliana Carrillo, de 30 años, quien residía con sus tres hijos en Reseda es sospechosa de la muerte de los menores Joanna, de 3 años de edad; Terry, de 2, y Sierra, una bebé de seis meses, informaron las autoridades que investigan el caso.

Según documentos obtenidos por Southern California News Group (SCNG) Eric Denton, padre de los tres menores, presentó una solicitud de emergencia el 4 de marzo en la Corte del Condado de Tulare pidiendo la custodia de los niños dado el deterioro emocional y psicológico de Carrillo.

A Denton le fue aprobada una custodia compartida, que no se ejecutó inmediatamente, y el 10 de abril la abuela de los menores los encontró muertos en el apartamento donde residían con su madre al noroeste de Los Ángeles.

Según han informado las autoridades, Carrillo escapó en un vehículo que luego estrelló cerca de Bakersfield y robó la camioneta a una persona que se acercó para ayudarla. Posteriormente fue capturada en la tarde del 10 de abril en Ponderosa, una pequeña comunidad en el Valle de San Joaquín, y actualmente se encuentra bajo custodia.

En su solicitud de custodia, Denton argumentó que la salud mental de Carrillo comenzó a deteriorarse después del nacimiento de Terry, su segundo hijo, que le produjo una depresión postparto.

Debido a frecuentes manifestaciones de deseos de suicidio y de insatisfacción por tener hijos por parte de Carrillo, Denton dejó su trabajo en diciembre de 2019 para cuidar a los menores y ayudar a su esposa a iniciar un tratamiento con un terapeuta.

Sin embargo la mujer interrumpió abruptamente el tratamiento y dejó de tomar los medicamentos, lo que la llevó a “perder contacto con la realidad”, actuar impulsiva y erráticamente y a mostrarse “extremadamente paranoica”, según detalla este martes Los Angeles Daily News, uno de los periódicos de SCNG.

Entre otras acciones, Carrillo denunció a Denton en febrero por abuso sexual de su hija mayor y llevó a la pequeña a un hospital en Van Nuys para un examen médico en el que no se encontró señal alguna de abuso.

Según explicó el padre de Joanna, la niña se había golpeado jugando en el parque y eso originó la consternación de Carrillo, que presentó excusas al personal del hospital por las acusaciones.

El 23 de febrero la latina comenzó a esconder su rostro en público por su paranoia y dos días después trató de salir de la vivienda a medianoche en una crisis de ansiedad, según lo declarado por Denton.

Posteriormente Carrillo se mudó con los menores al apartamento en Reseda donde fueron encontrados muertos.

Una campaña en nombre de Denton en Gofundme ha recogido cerca de 37,000 dólares de una meta de 50,099.