Starbucks ya no requerirá a sus trabajadores en Estados Unidos que estén vacunados contra el COVID-19, revirtiendo una política que había anunciado hace unas semanas.

En un memorándum enviado el martes a los empleados, el gigante del café, que tiene su sede en Seattle, dijo que estaba respondiendo al fallo de la Corte Suprema emitido la semana pasada. En una votación de seis a favor y tres en contra, el máximo tribunal estadounidense rechazó el plan del gobierno del presidente Joe Biden para requerir la vacuna o pruebas de coronavirus frecuentes a las compañías con más de 100 empleados.

“Respetamos el fallo de la corte y lo cumpliremos”, escribió John Culver, director de operaciones de Starbucks, en el memo.

La marcha atrás de Starbucks es una de las acciones empresariales más destacadas en respuesta al fallo de la Corte Suprema. Varias compañías grandes, como Target, no han comentado sobre sus planes.

El 3 de enero, Starbucks requirió a todos sus empleados que se vacunaran contra el COVID-19 para el 9 de febrero y, en caso de que no se inocularan, debían someterse a una prueba de coronavirus semanal. En ese momento, Culver dijo que era responsabilidad de los directivos de Starbucks “hacer lo que sea que podamos para ayudar a mantenerlos a salvo y crear el entorno laboral más seguro posible”.

En el memo del martes, Culver dijo que la compañía sigue recomendando enérgicamente la vacunación y la dosis de refuerzo. La empresa también pidió a sus empleados que no usen mascarillas de tela en el trabajo, sino de grado médico.

Starbucks pidió a sus empleados que informaran su estatus de vacunación para el 10 de enero. La compañía dijo el miércoles que el 90% lo ha reportado y que “la mayoría” están completamente vacunados. La empresa no divulgó el porcentaje de trabajadores que no está completamente inoculado.

La compañía emplea a 228,000 personas en Estados Unidos.