Newtown.- En momentos en que Estados Unidos hacía una pausa hoy al cumplirse una semana de la masacre en la Escuela Primaria Sandy Hook, emergieron detalles nuevos sobre el atacante, Adam Lanza. Según conocidos, era capaz de desarmar y reensamblar una computadora en cuestión de minutos, pero rara vez hablaba con alguien.

En la escuela secundaria, Lanza acostumbraba deslizarse por los pasillos, presionándose contra la pared. Todos los días iba vestido con la misma camisa verde y pantalón caqui. Difícilmente habla alguna vez con compañeros de clase y en una ocasión dio una presentación completamente por computadora, sin pronunciar una sola palabra.

"Hasta donde lo conocí, realmente nunca habló", comentó Daniel Frost, quien tomó clase de computación con Lanza y recuerda su habilidad con la electrónica.

Lanza parecía pasar la mayor parte de su tiempo en su propio espacio amplio en el sótano de la casa que compartía con su madre, el mismo sótano donde ella mantenía una colección de armas, dijo Russell Ford, un amigo de Nancy Lanza que realizó trabajos de chimenea y tuberías en la casa de Lanza.

Hace una semana, Lanza mató a balazos a su madre antes de dirigirse a la escuela primaria, donde mató a 20 niños y seis maestras con un fusil tipo militar. Cuando los policías se aproximaban, usó el arma para suicidarse.

Nancy Lanza fue vista frecuentemente en el poblado y conversaba regularmente con amigos y conocidos en un restaurante local, pero su hijo de 20 años de edad era una figura misteriosa, rara vez vista en esta comunidad de colinas ondulantes y casas coloniales de tablillas de madera, según Ford y otras personas de la ciudad.

El sótano de la casa de Lanza estaba totalmente alfombrado y tenía piezas de arte en las paredes, entre ellas una fotografía de un caballo. Había una computadora, una televisión de pantalla plana, sofás y un equipo complejo para videojuegos. Nancy Lanza mantenía sus armas en lo que parecía ser un estuche seguro en otra parte del sótano, afirmó Ford.

"Ella era de la cultura de las armas: 'Vive libre o muere'. Esa era realmente su formación", dijo Ford, quien frecuentemente se encontraba con la oriunda de Nuevo Hampshire y otros amigos en reuniones regulares los martes por la noche en My Place, un restaurante local.

Ford no sabía si Lanza llevó a su hijo a practicar tiro.

Durante el último año y medio, comentó Ford, Nancy Lanza le había dicho que planeaba mudarse al oeste y matricular a Adam en una "escuela o centro". El plan comenzó a desarrollarse después de que Adam cumplió 18 años.

"El no viviría con ella", dijo Ford, quien recordaba que Adam Lanza nunca habló con él y ni siquiera hizo contacto visual.

"Ella sabía que necesitaba estar cerca de él", afirmó. "Ella estaba intentando hacer lo que fuera positivo para él", agregó.

Ford dijo que Nancy Lanza no le dio detalles sobre qué tipo de servicios quería que recibiera su hijo. Él no la había visto en aproximadamente un mes y medio y dijo que ella había acudido menos frecuentemente al restaurante en meses recientes.

Mark Tambascio, propietario de My Place, comentó que Nancy Lanza le describió el plan, diciendo que quizá se mudaría al estado de Washington.

Una semana después de la matanza, las autoridades aún no tienen una razón clara de porqué Lanza atacó a niños indefensos de primer grado y a sus cuidadoras. La aparente naturaleza aleatoria del ataque lo hace más espantoso.