Una comisión de Texas A&M determinó que la universidad se equivocó al despedir a una profesora a principios de este año tras una polémica sobre un video en el aula que mostraba a un estudiante objetando una lección de literatura infantil sobre identidad de género.

La comisión interna dictaminó que la universidad no siguió los procedimientos adecuados y no demostró que hubiera una causa justificada para despedir a Melissa McCoul, quien era profesora titular en el Departamento de Inglés con más de una década de experiencia docente. Legisladores republicanos, incluyendo el gobernador Greg Abbott, habían pedido su despido tras ver el video.

La comisión votó unánimemente a principios de esta semana que “el despido sumario de la doctora McCoul no estaba justificado”. La universidad señaló en un comunicado que el presidente interino de la universidad, Tommy Williams, ha recibido la recomendación no vinculante de la comisión y tomará una decisión en los próximos días o semanas después de revisarla.

La abogada de McCoul, Amanda Reichek, dijo que todo apunta a que esta disputa terminará en los tribunales porque al parecer la universidad planea seguir oponiéndose y el presidente interino de la escuela enfrenta la misma presión política.

“La doctora McCoul afirma que las razones endebles ofrecidas por A&M para su despido son un pretexto para la verdadera motivación de la Universidad: el cumplimiento de las exigencias del gobernador Abbott”, dijo Reichek en un comunicado.

El video sacudió el campus y generó fuertes críticas al presidente de la universidad, Mark Welsh, quien luego renunció sin ofrecer una razón ni abordar el video.

Welsh había dicho que McCoul fue despedida tras enterarse de que seguía enseñando contenido en un curso de literatura infantil “que no se alineaba con ninguna expectativa razonable del currículo estándar para el curso”. También dijo que el contenido del curso no coincidía con las descripciones del programa académico. Pero la abogada de la docente rechazó sus declaraciones y dijo que a McCoul nunca se le instruyó que cambiara el contenido de su curso de ninguna manera.

A principios de este mes, los regidores de Texas A&M decidieron que los profesores ahora necesitan recibir la aprobación del presidente de la escuela para discutir algunos temas de raza y género. La nueva política establece que ningún curso académico “abogará por ideologías de raza o género, o temas relacionados con la orientación sexual o la identidad de género” a menos que sea aprobado previamente por un presidente del campus.

Varias universidades de todo el país y sus presidentes, incluyendo Harvard y Columbia, han sido objeto de escrutinio por parte de críticos conservadores y del gobierno del presidente Donald Trump sobre prácticas de diversidad, equidad e inclusión y sus respuestas a las protestas en sus campus.