El circo de la contienda republicana continuó anoche en el más reciente debate entre los precandidatos presidenciales que se llevó a cabo anoche en Detroit, donde el tamaño de “la torre” de Donald Trump fue eje de conversación en cierto momento.

Recién iniciado el debate, Donald Trump trajo a colación un comentario que hiciera el senador Marco Rubio el pasado fin de semana ante una audiencia en Virginia.

“Él le tiró a mis manos. Nadie nunca había hablado mal de mis manos. Miren esas manos, ¿son manos pequeñas?”, expresó el magnate mientras levantaba, provocando risas entre los presentes.

“Si mis manos son pequeñas, algo más debe ser pequeño. Yo les garantizo que no hay problema. Lo garantizo”, aseguró Trump, arrancando aplausos de sus seguidores.

Así que ya saben: Si Trump termina siendo el presidente de Estados Unidos, pueden dormir tranquilos sabiendo que allá abajo todo está debidamente proporcionado.