El presidente estadounidense Donald Trump reactivó el miércoles una política emblemática de su primer mandato, anunciando que se prohibiría la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de 12 países y que los de otros siete enfrentarían restricciones.

La medida entra en vigor a las 00:01 horas del lunes, un margen que evita el caos que se desató en los aeropuertos de todo el país cuando una medida similar entró en vigor en 2017 sin que prácticamente hubiese aviso previo. Trump, quien al asumir el cargo en enero indicó que tenía planes para un nuevo veto, parece estar en una posición más firme esta vez después de que la Corte Suprema se pusiera de su lado.

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Algunos, pero no todos, de los 12 países también aparecieron en la lista de naciones vetadas en el primer mandato de Trump.

La nueva prohibición incluye a:

- Afganistán

- Myanmar

- Chad

- Haití

- República del Congo

- Guinea Ecuatorial

- Eritrea

- Irán

- Libia

- Somalia

- Yemen

- Sudán

Habrá restricciones más estrictas para los visitantes de:

- Burundi

- Cuba

- Laos

- Sierra Leona

- Togo

- Venezuela

- Turkmenistán

En un video publicado en redes sociales, Trump vinculó el nuevo veto al ataque terrorista del domingo en la ciudad de Boulder, Colorado, diciendo que subrayaba los peligros que representan algunos visitantes que se quedan más allá de la duración de sus visas. El sospechoso de cometer el ataque es de Egipto, un país que no está en la lista de restricciones de Trump. El Departamento de Seguridad Nacional dice que se quedó más tiempo del permitido con una visa de turista.

Trump indicó que algunos países tienen procedimientos de selección y verificación “deficientes” o históricamente se han negado a aceptar de vuelta a sus propios ciudadanos. Sus hallazgos se basan ampliamente en un informe anual de Seguridad Nacional sobre turistas, visitantes de negocios y estudiantes que llegan por aire y mar y se quedan más tiempo del autorizado en sus visas. El informe pone de relieve a ciertas naciones con altos porcentajes de ciudadanos suyos que se quedan en Estados Unidos después de que sus visas expiraron.

“Debo actuar para proteger la seguridad nacional y el interés nacional de Estados Unidos y su gente”, manifestó el mandatario en su proclama.

La inclusión de Afganistán hizo enfurecer a algunos partidarios de apoyar a ese país que han trabajado para reasentar a su población. La prohibición hace excepciones para los afganos con Visas de Inmigrante Especial, que en general son personas que trabajaron más estrechamente con Washington durante la guerra de dos décadas allí.

“Incluir a Afganistán —una nación cuyo pueblo estuvo al lado de los miembros del servicio estadounidense durante 20 años— es una desgracia moral. Escupe en la cara de nuestros aliados, nuestros veteranos y cada valor que decimos defender”, lamentó Shawn VanDiver, presidente del grupo activista #AfghanEvac y presidente de su junta directiva.

Trump escribió que Afganistán “carece de una autoridad central competente o cooperativa para emitir pasaportes o documentos civiles, y no tiene medidas adecuadas de selección y verificación”. También citó el número excesivo de sus ciudadanos que se quedan más tiempo en Estados Unidos del autorizado en sus visas.

Haití, que evitó ser sujeto de la prohibición de viajes durante el primer mandato de Trump, ahora sí fue incluido debido a sus altas tasas de exceso de permanencia y el gran número de sus habitantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos. Los haitianos siguen huyendo de la pobreza, el hambre y la inestabilidad política, la cual se profundiza mientras la policía y una misión respaldada por la ONU luchan contra un aumento de la violencia de pandillas, las cuales controlan al menos el 85% de la capital Puerto Príncipe.

“Haití carece de una autoridad central con suficiente disponibilidad y difusión de información policial necesaria para garantizar que sus ciudadanos no socaven la seguridad nacional de Estados Unidos”, escribió Trump.

La prohibición llega después de que el mandatario suspendiera el reasentamiento de refugiados, dejando varadas a miles de personas, muchas de las cuales vendieron sus posesiones y tenían boletos de avión en mano. En el período de 12 meses hasta septiembre de 2024, casi 20.000 personas llegaron a Estados Unidos en calidad de refugiados de la República del Congo, la nacionalidad con mayor número de arribos en general. Afganistán se ubicó en un cercano segundo lugar, con aproximadamente 14,000.

La lista es el resultado de una orden ejecutiva emitida por Trump el 20 de enero, la cual pedía que los departamentos de Estado y de Seguridad Nacional, y el director de Inteligencia Nacional, elaboraran un informe sobre las “actitudes hostiles” hacia Estados Unidos, y si el ingreso de personas de ciertos países representaba un riesgo para la seguridad nacional.

Durante su primer mandato, Trump emitió una orden ejecutiva en enero de 2017 que denegaba la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.

Fue uno de los momentos más caóticos y confusos de su presidencia. A los viajeros de esas naciones no se les permitía abordar sus vuelos hacia Estados Unidos o eran detenidos en aeropuertos estadounidenses después de aterrizar. Entre ellos había estudiantes y profesores, así como empresarios, turistas y personas que visitaban a amigos y familiares.

La orden, a la que solía llamarse la “prohibición hacia los musulmanes” o la “prohibición de viajes”, fue reformulada en medio de impugnaciones jurídicas, hasta que la Corte Suprema confirmó una versión en 2018.

La medida afectó a diversas categorías de viajeros e inmigrantes de Irán, Somalia, Yemen, Siria y Libia, además de norcoreanos, al igual que a algunos funcionarios del gobierno venezolano y sus familias.

Trump y otros han defendido el veto inicial, alegando cuestiones de seguridad nacional, que su propósito era proteger al país, y que no estaba fundamentado en un sesgo antimusulmán. Sin embargo, el presidente había pedido un veto explícito a los musulmanes durante su primera campaña para llegar a la Casa Blanca.