Las problemáticas económicas que azotan a Estados Unidos han alcanzado un nuevo nivel de urgencia con la noticia de que 60 millones de personas en ese país podrían quedarse sin acceso a Internet. Es que el Programa de Conectividad Asequible (ACP, por su sigla en inglés) podría quedarse sin fondos para fines de abril, por lo que se terminaría los subsidios y muchísimas familias afrontarían fuertes dificultades para pagar ese servicio.

El acceso a internet se ha vuelto una necesidad básica en la vida cotidiana de cada ciudadano estadounidense. No solo es fundamental para la educación, el trabajo y para mantenerse informado, sino que también es vital para acceder a servicios esenciales como la atención médica y los servicios públicos.

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Según el Censo de Estados Unidos, la crisis que se avecina podría afectar a casi uno de cada cinco hogares en todo ese país, lo que equivale a casi 60 millones de usuarios. Walter Prescher, un padre con 10 hijos, compartió su preocupación en una entrevista con CBS News: “Para algunos de los clientes con los que trabajo, perder este beneficio será catastrófico”.

El riesgo que corre el Programa de Conectividad Asequible en EE.UU.

El Programa de Conectividad Asequible, que ofrece descuentos en el servicio de Internet para hogares de bajos ingresos, está en riesgo de quedarse sin fondos a finales de abril. Los legisladores han sido conscientes de esta situación durante meses, pero hasta el momento no han logrado aprobar los 6000 millones de dólares necesarios para renovar el ACP y evitar una crisis masiva. El presidente Joe Biden ha instado al Congreso a actuar con urgencia, pero aún no han llegado a un acuerdo.

La falta de acción por parte del Congreso provoca preocupación y frustración entre los estadounidenses de bajos ingresos, que dependen de este programa beneficiario para acceder a internet en sus hogares. Sin esta ayuda, se enfrentan a la posibilidad de ser excluidos del mundo digital y de quedar rezagados en una sociedad cada vez más conectada.

Peligra internet en más de 23 millones de hogares de Estados Unidos

Según explica la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) a través de su página web oficial, más de 23 millones de hogares corren el riesgo de perder sus planes de Internet o enfrentar facturas elevadas que les resultarán difíciles de pagar. Además, advierte que, debido a la falta de fondos, abril de 2024 será el último mes en el que los hogares de este programa recibirán el descuento completo. Por otro lado, pidieron a los proveedores de internet ser más transparentes con las tarifas.

Ahora, con el tiempo cumplido, la comisión se ha visto obligada a comenzar a cerrar el programa. No solo detienen nuevas inscripciones, sino que también advierten a los usuarios que sus beneficios están a punto de suspenderse. “La ACP se está disolviendo”, aseguran desde su página web.

El Programa de Conectividad Asequible es un plan federal que ofrece a los hogares elegibles un descuento de hasta $30 por mes en el servicio de Internet y hasta $75 por mes para hogares en Tierras Tribales (tribus indígenas) que califiquen. También se contempla un descuento único de hasta $100 en la compra de una computadora portátil, una computadora de escritorio o una tablet de las compañías de Internet participantes.

En 2021, el Congreso autorizó a la ACP con una financiación inicial de $14,000 millones, lo que lo posicionó como el mayor programa de asequibilidad de Internet en la historia de EE.UU. El dinero puesto a disposición se agotó. Sin fondos adicionales, después de mayo de 2024, finalizará y los hogares ya no recibirán el beneficio.

¿Quiénes serán los más perjudicados sin la ayuda del programa de conectividad en EE.UU.?

Las consecuencias del fin del Programa de Conectividad Asequible se sentirán de manera desproporcionada en varios grupos demográficos vulnerables. Las familias de militares, que representan casi la mitad de los suscriptores, según los datos proporcionados por la Casa Blanca, serán uno de los grupos más afectados.

Además, más de una cuarta parte de los usuarios que viven en áreas rurales tendrían acceso a internet limitado. Aproximadamente, cuatro de cada 10 hogares inscritos se encuentran solo en el sur del país. En tanto, los estadounidenses mayores de 65 años representan casi el 20% del programa.

El 65% de los encuestados por Comcast expresó preocupación por perder sus empleos sin el apoyo del programa. Además, el 75% teme dejar de tener acceso a servicios de atención médica en línea, mientras que más del 80% está preocupado por el impacto en la educación de sus hijos si se retiran del programa.