Confinados construyen casas para personas de bajos recursos
El adiestramiento fue parte de una alianza entre el Departamento de Corrección y Asociación de carpinteros de Estados Unidos

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Ante la necesidad de trabajadores para la reconstrucción de Puerto Rico, posterior al paso del devastador huracán María, el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) abrió sus puertas a la Asociación de Carpinteros de Estados Unidos para unirse al esfuerzo de adiestrar a miembros de la población correccional en la construcción de hogares para personas de escasos recursos.
“Todavía en Puerto Rico existen personas sin hogar, tras perder sus viviendas como consecuencia del huracán. Por ello, a través de FEMA y la organización Heart 911, establecimos una relación con la Asociación de Carpinteros de Estados Unidos. Este gremio nos ayudó a crear un innovador proyecto para adiestrar en carpintería a confinados en el Complejo Institucional de Sabana Hoyos, en Arecibo, a quienes les falte un año o menos de sentencia para salir a la libre comunidad. El objetivo principal es adiestrarles en una destreza que les asista en su proceso de rehabilitación y los coloque en mejor posición como parte de su pronta reinserción a la libre comunidad”, explicó por escrito el secretario de Corrección, Eduardo J. Rivera Juanatey.

Aseguró que la iniciativa, que se realiza por primera vez en la isla, les permitirá a 19 confinados regresar a la libre comunidad con una certificación y hasta con el equipo necesario para iniciar labores en el campo de la construcción.
“De este modo, no solo refuerzan su proceso de rehabilitación, sino que contribuyen a la reconstrucción de viviendas para los afectados por el huracán María y cualquier otro que tuviera la necesidad de un hogar”, añadió el titular.
Rivera Juanatey explicó, además, que esta iniciativa se suma a otras que ha implantado el DCR como parte del proyecto Prisión Escuela en el Complejo Corrección de Sabana Hoyos.
El proyecto fue financiado por la Asociación de Carpinteros de Estados Unidos, que está representada por Luis A. Miranda, padre del reconocido Lin Manuel Miranda.
La inversión de la organización fue de alrededor de $500 mil. Además del adiestramiento y la certificación, los confinados saldrán con un kit de herramientas que contiene todo lo necesario para iniciar de inmediato la construcción de casas de maderas a un bajo costo, cuya estructura está avalada por FEMA.
Como parte del curso, que se extendió por mes y medio, los confinados se dieron a la tarea de construir dos estructuras de madera, de tamaño 20’x18’, que servirán como una eventual residencia. Estas permanecen en la institución penal y según, explicó el secretario de Corrección, con la asistencia de una institución sin fines de lucro, podrían pasar a manos de alguna persona sin hogar.
