¿Te ha pasado esto?

Es domingo y disfrutas de una actividad familiar, cuando un mensaje de texto de tu jefe, con unas instrucciones para el lunes, te sacan por el techo.

Y aunque la finalidad sea anticipar tareas laborales utilizando la tecnología, como servicios de mensajería, para el representante independentista Denis Márquez esa realidad no da pie para que un patrono tenga a un empleado pendiente a sus comunicaciones fuera de horas laborables.

Por ello, creó legislación para defender el derecho a la intimidad de los trabajadores.

El P. de la C. 2018, presentado el pasado 18 de marzo, dirigido a la empresa privada, establece la “Ley del derecho a la desconexión digital” que, entre otras cosas, prohíbe que un patrono tome represalias si el empleado no contesta durante su periodo libre.

El representante sostuvo que muchas veces los empleados responden los mensajes, “porque hay una relación de poder, y la medida es una forma de protegerlos”.

Aunque sabe que el proyecto “traerá controversia”, insistió en que hay que “proteger el derecho a la intimidad y la tranquilidad del hogar de los trabajadores... Sé que es una idea novedosa y que va a generar una discusión con diversas miradas”.

El abogado, que estuvo más de 20 años litigando en el área laboral, mencionó que países como Francia y España ya han aprobado leyes a esos fines.

La medida, que define como comunicación electrónica cualquier corrreo electrónico, mensaje de texto u otros medios digitales de envíar datos, no incluye a contratistas independientes, ni a los que sus términos de empleo le requieren estar disponibles 24 horas, en los días que trabajen. Sí aplicará en sus días libres.

Quedarán cobijados los empleados exentos (ejecutivos, administrativos y profesionales).

Sobre estos últimos, Márquez aceptó que “mucha gente planteará que a nivel de los famosos denominados ejecutivos, administradores y profesionales no les debería aplicar. Yo creo que hay que aplicarle a todo el mundo y que hay que establecer unas regulaciones, pero lo veremos en el proceso, porque el proyecto no está escrito en piedra”.

En cuanto a los contratos, indicó que “cualquier tipo de contratación tendría que estar subordinada a la ley”.

Márquez estableció que la medida tiene excepciones, como cuando hay alguna emergencia o el empleo requiere estar en constante comunicación.

Aunque la pieza provee una definición de qué es una emergencia, serían los ponentes los que finalmente aclararían el concepto.

“El proyecto se abre a asuntos de emergencia y se le permite al patrono hacer una regulación. ¡Oye! tiene que haber unos momentos en que fuera de horas de trabajo tú tienes que comunicarte, y esas son las emergencias; que incluso habrá que discutirlas si se deben incorporar en el proyecto o la debe incorporar cada patrono en su reglamentación interna, de acuerdo al tipo de empresa”, sustuvo.

El legislador está convencido que muchos cuestionarán y se opondrán a la medida, porque “no hace falta. Algunos van a decir que esto es un retroceso, pero no lo es. Reconocemos que existen los medios electrónicos, que son modernos, pero lo que no ha dejado de existir y sigue siendo de avanzada es el derecho a la privacidad, a la protección en el hogar y a la tranquilidad del trabajador”, insistió.

Cuestionó que si “hay miles de empleados que tienen un horario de trabajo, ¿por qué tienen que estar recibiendo comunicaciones fuera de horas laborables?”.

La medida está en la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara, que preside el representante Ángel Peña, y al momento espera por las ponencias solicitadas a los departamentos de Justicia, del Trabajo y a la Oficina de Administración y Transformación de los Recursos Humanos (OATRH).

El proyecto provee para que el empleado que alegue una violación de derechos presente querellas en el Departamento del Trabajo y pueda ser compensando monetariamente.

También hay imposición de penalidades y multas al patrono.

Márquez presentará otra medida próximamente con los mismos fines, pero para el sector público donde, aceptó, la implementación será más complicada porque agencias como la Policía y Emergencias Médicas tienen a cargo “unos servicios esenciales”.

Un tema abierto a discusión

Julizzette Colón Bilbraut, abogada destacada en redes sociales, aceptó que medidas como estas, dirigidas “a proteger el derecho de un individuo a su desconexión y a su privacidad son positivas”.

Sin embargo, sostuvo que hay que ampliar la discusión y ver “cómo se salvan ciertos derechos que puedan tener las mismas partes privadas versus lo que se quiera lograr”.

Entre otros aspectos cuestionó, por ejemplo, “cómo la medida incide sobre la libertad de partes contratantes (como servicios profesionales) y sobre el tipo de trabajo que requiere para que se pueda ejecutar esa comunicación”.

La licenciada también insistió que hay que evaluar cómo se salvará el derecho que tiene el individuo de desconectarse “versus la habilidad que tienen dos partes contratantes en entrar en cualquier tipo de acuerdo que no sea contrario a la ley…”.

De su parte, Andria Salvá, presidenta de la Sociedad para la Gerencia de los Recursos Humanos, capítulo de Puerto Rico, dijo que la intención es “extraordinaria” y cónsona con lo que está sucediendo a nivel global, en términos de buscar espacios para el disfrute de la gente.

Sin embargo, coincidió con Colón Bilbraut en que hay elementos “en términos prácticos de las definiciones y de las acciones que se van a tomar” que necesitan ser revisados y hacerlos más cónsonos con la realidad diaria.

Al insistir en que hay que aplicar la discusión a “la vida práctica”, donde hay acuerdos naturales que suceden en grupos de trabajo, ejemplificó que si un jefe envía un mensaje a las 2:00 a.m., porque estaba despierto en ese momento, no es para que el supervisado responda en el momento, a menos que haya unos acuerdos.

Con la medida, “entonces da la impresión que eso son cosas del mismo momento. Yo te puedo escribir un email a las 2:00 a.m., pero no quiere decir que estoy esperando que contestes… Entonces ahí vamos a tener un problema, porque esos son cosas que son asincrónicas, no tiene simultaniedad”, explicó.

Al indicar que la medida no establece que una llamada telefónica caería bajo la reglamentación, y sí hay llamadas fuera de horas laborables, opinó que quizás en lugar de crear una nueva ley deberían actualizar, revisar e integrar las normas y reglamentos en las empresas, incluyendo el manual del empleado.

Salvá reconoció que otra ley para la empresa privada no es Buena, porque “ya está bastante saturada de reglamentos y procesos” y establecerla conllevaría gastos adicionales, incluyendo la orientación a la población impactada.

“Me encanta la intención, porque nosotros tenemos que proteger la salud mental de toda nuestra gente, pero debe provocarse una conversación y que la empresa privada reaccione a esto ampliamente para ver cómo se mejora…”, agregó. 

Anticipando que muchas empresas privadas podrían acogerse a las excepciones que promovería la medida, ambas cuestionaron si al final valdría la pena legislar para unos pocos.