El ejecutivo prefirió centrarse en la importancia que tendrá el evento para el país.

"Yo invito a todo el mundo a mirar esto en el aspecto más amplio. Tenemos una gran obra por un gran artista boricua que viene por casi un mes y que los ojos del mundo van a estar fijos en Puerto Rico", afirmó durante una actividad de repartición de juguetes en Toa Baja.

Agregó que "ante la decisión (de trasladar la presentación al Centro de Bellas Artes en Santurce), hemos facilitado el proceso para que se pueda llevar a cabo la obra y que sea de beneficio para Puerto Rico y para la Universidad. Porque, aunque no será en la sede (UPR), ciertamente los recaudos que van a devengarse de este proyecto van a ir a la UPR". 

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La noticia del cambio de lugar en el que se presentaría el musical surgió el viernes. La producción aceptó que tuvo miedo de que se realizaran protestas en el teatro de la UPR en medio de negociaciones entre la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (Heend) y la administración universitaria.

Rosselló no hizo expresiones hoy sobre esta controversia obrero patronal.

Por otro lado, el funcionario dejó entrever que nadie ha comenzado las gestiones con el gobierno ante la posibilidad de que los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, así como la presentadora Oprah Winfrey viajen a la Isla a ver la obra. Sus nombres salieron a relucir en medio de las explicaciones que se dieron para cambiar la obra de lugar. 

"Este es un evento que nos debe unir a todos, va a ser de gran beneficio para el pueblo, que va a tener un impacto en la economía del visitante y que va a poner a Puerto Rico en el mapa a nivel internacional por casi un mes, que debemos maximizar esa oportunidad", concluyó Rosselló.