Ni un ‘party’ de marquesina pueden realizar los residentes de las urbanizaciones Montecarlo, Colinas de Montecarlo y Berwind Estates, en Río Piedras, porque en el momento menos indicado se les va la luz.

“Ya yo estoy acostumbrada. Ellos parece que se programan para los sábados en la noche y los domingos, pa’ si tienes una fiesta que se te dañe”, expresó la envejeciente Carmen María Matos, vecina de la calle 40 de Colinas de Montecarlo, durante una vista pública de la Comisión cameral de Desarrollo de la Ciudad Capital, realizada en el centro comunal de la urbanización.

Para otros, la situación se complica. Pues, no se trata de fiestar, sino de condiciones de salud que pone en riesgo la vida.

Uno de los ejemplos los ofreció el residente de Berwind Estates, José Hernández Concepción, que tiene un hijo de siete años asmático.

“En muchas ocasiones tengo que acudir a dormir a casa de familiares para que su tratamiento no se vea afectado. Esta situación ha creado mucha ansiedad en mi familia, ya que en cualquier momento nos podemos quedar sin servicio eléctrico y tenemos que salir de emergencia a casa de un familiar para continuar con el tratamiento de mi hijo”, explicó el hombre.

Es que cerca de 3,000 familias de estas urbanizaciones riopedrenses sufren de apagones constantes de luz desde hace años. Algunos residentes alegan que estas interrupciones del servicio de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) datan de hace 42 años.

A lo largo del tiempo, según denunciaron durante la vista, han gastado mucho dinero reparando o comprando nuevo equipo electrónico, debido a que se daña por las constantes interrupciones de luz.

 “Hay días que se va cinco a seis veces… Hay veces que se va 20 veces a la semana”, afirmó Hernández Concepción a preguntas del presidente de la Comisión, Víctor Parés.

También han tenido que comprar luminaria para las calles, pues residen en una zona de alta incidencia criminal en la que el 64% del alumbrado público de la AEE o lo que representa 166 postes, no tienen bombillas.  

Estos apagones, según comentó el representante Juan Oscar Morales, no están relacionados a los relevos de carga que actualmente realiza la AEE ante los problemas con la reserva de energía y la EcoEléctrica.

“Los relevos de carga lo que han hecho es agravar más la situación”, soltó el legislador a preguntas de Primera Hora.

El problema es tal que hasta el director ejecutivo de la AEE, José Ortiz, lo reconoció en una ponencia que envío a la Comisión con motivo de la vista pública.

“Las interrupciones son causadas por un sinnúmero de causas, entre las cuales se encuentran: desganche, equipos defectuosos, intervención de animales en las vías eléctricas, averías soterradas, entre otras”, indicó el oficial.

No obstante, la comunidad y un representante de la AEE que acudió a la vista se encargó de dar una lista más larga y detallada de los problemas que enfrentan.

El ingeniero Juan Carlos Otero, a cargo de la Técnica de Monacillos y Río Piedras, expresó que “el soterrado es directo a tierra y los cables están ahí desde que se construyó la urbanización”.

Un celador de la AEE que es residente de la calle 44 de Colinas de Montecarlo, Javier Silva, explicó que a la zona le han agregado nuevas urbanizaciones y varios “walkup” al mismo alimentador, no se poda la maleza de unos terrenos de la AEE por donde discurren los cables principales de transmisión de energía, así como que los postes que han utilizado para intentar resolver la situación con cables aéreos no son los apropiados para aguantar la carga.

“Una vez yo llevé una bitácora y la comparé con la de la AEE. Yo me equivoqué. Eran más. Me equivoqué por siete”, dijo sobre los constantes apagones de luz.   

Encima de que tienen que vivir con apagones, los vecinos de estas urbanizaciones, que en su mayoría son envejecientes, no cuentan con un medio apropiado para reportar las incidencias. Las mujeres gritaron que estaban hasta 45 minutos esperando en la línea de servicio al cliente, 787-521-3434, para que le tomaran la queja.

Durante la vista, el representante Morales llamó al número y en los primeros minutos lo que se escuchaba era la lista de sectores sin luz.

“Estuve más de cinco minutos y nunca me contestaron. Eso fue poco, porque yo la corté. Yo estoy seguro que si yo hubiese terminado la gestión, estuviéramos hablando de 20 minutos. Ese es el promedio de 20 a media hora para que te puedan contestar”, comentó.

Por tal razón, el legislador le preguntó al ingeniero Otero si había algún otro medio para hacer reportes. Este le contestó que por internet.

“Eso usted me lo dice a mí, no a la abuela mía”, le ripostó Morales, quien dijo que estaba frustrado con la situación.

Esta no fue la primera vez que el ingeniero de la AEE salió mal parado en la vista. El legislador le increpó también porque la corporación ha colocado cables aéreos de manera temporera que llevan hasta más de cuatro años mal ubicados, así como por el alto número de postes sin alumbrado.

Charles Concepción, también vecino de Montecarlo, agregó que en ocasiones la AEE deja los cables vivos y los postes tirados en la acera. De hecho, en la entrada del centro comunal en que se realizó la vista había un poste tirado.

Poste en la entrada del centro comunal de Montecarlo. (frances.rosario@gfrmedia.com)
Poste en la entrada del centro comunal de Montecarlo. (frances.rosario@gfrmedia.com)

“Nosotros no estamos reclamando nada ni un trato preferencial. Estamos pidiendo un trato digno”, afirmó.

Entre lo poco que pudo comentar el representante de la AEE que acudió la vista, es que la AEE solicitó dinero a la Agencia federal de Manejo de Emergencia (FEMA, en inglés) para reconstruir el soterrado. Este dinero todavía no ha sido desembolsado.

Morales comentó que le ha increpado al presidente de la AEE sobre el particular y que este le ha contestado “que están bregando con el asunto. A mí me enseñaron que cuando una persona te dice a ti que está breando con el asunto, no está haciendo nada”.

Los legisladores informaron que realizarán una próxima vista pública para que Ortiz acuda a explicar las soluciones que desarrollarían para atender este problema, así como el que sufren otras 3,000 familias de la zona de Cupey y El Señorial.