Hace poco más de un año, 250 toneladas de ayuda humanitaria con destino a Venezuela salían desde Puerto Rico. Pero la semana pasada fueron tiradas a la basura por el gobierno de Curazao.

Así lo informó la versión digital del periódico La Verdad, citando el portal NOS Curazao, que indicó que las provisiones fueron almacenadas sin ser distribuidas. La ayuda tenía como destino el pueblo venezolano tras los disturbios en ese país, pero el acceso en las fronteras fue cerrado por el presidente Nicolás Maduro.

Maduro sostenía que el intento de introducir la ayuda humanitaria era un pretexto para una intervención militar extranjera.

Así pasaron los meses y el cargamento, proveniente de donaciones de Estados Unidos y Puerto Rico, estimado en $2 millones, fue a parar a la basura.

Según el reportaje, Venex, una organización sin fines de lucro, había peticionado a Curazao que le diera a los suministros un nuevo destino allá.

En Puerto Rico, el Departamento de Estado, en aquel entonces dirigido por Luis Rivera Marín, informó que se invirtieron $211,000 en la contratación de la barcaza que llevó el cargamento.

En el trayecto, el barco Midnight Stone fue interceptado por la armada venezolana, siendo desviado a Bonaire y posteriormente a Curazao.