Es un tema del que se habla muy poco y no hay estadísticas, pero la violencia en el noviazgo es un problema real en Puerto Rico, consignó hoy la Fundación Alto al Silencio, única organización en la Isla, creada hace 15 años para atender esta variante de la violencia de género.

Tanto la Fundación Alto al Silencio como la Oficina de la Procuradora de las Mujeres apoyaron un proyecto del Senado (P.S. 221), que añade nuevos incisos a la Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica para incluir la violencia en el noviazgo entre las conductas tipificadas como delito en la Ley 54.

“La realidad es solo una: las futuras víctimas, victimarios/as de la violencia de género se encuentran en las escuelas, en las universidades, en las comunidades. La violencia en el noviazgo no es cosa de nenes o de jóvenes, es violencia y hay que atenderla llamándola por su nombre”, expresó Ariel Vargas Andújar, portavoz de la Fundación Alto al Silencio en una vista pública ante la Comisión de Asuntos de la Mujer del Senado.

“Este tipo de conducta se está normalizando y no lo vemos como algo que requiere atención, que requiere acción. Es importante que los jóvenes tengamos este remedio (el proyecto de ley) porque necesitamos sentirnos protegidos, apoyados”, sostuvo el joven de 18 años, estudiante de Ciencias Políticas, en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

Dijo que la violencia en el noviazgo se manifiesta de distintas formas, incluyendo el acoso cibernético, y aunque se da entre parejas, se diferencia de la violencia doméstica.

“Es importante recalcar que no existe tal cosa como violencia doméstica en el noviazgo, es un error. Debe ser llamado violencia en el noviazgo porque la Ley 54, que define la violencia doméstica, la enmarca dentro de parejas casadas, que conviven o tienen hijos”, subrayó Vargas Andújar, quien dijo que desde 2018 es parte del programa Promotores de Paz, que capacita personas para dar charlas sobre la violencia en el noviazgo en las escuelas.

Explicó que la violencia en el noviazgo se da entre parejas no casadas, no viven juntos y no se da en una casa, sino en la escuela, por las redes sociales, en plazas, en centros comerciales y en citas.

El joven universitario indicó que la violencia en el noviazgo se manifiesta en: violencia emocional (celos, amenazas, control de llamadas, uso de la tecnología); la violencia física (golpes, daño físico, marcas, pellizcos, patear, escupir) y la violencia sexual (tocar partes íntimas sin consentimiento, violaciones y agresiones sexuales, “sexting” o utilización de las redes sociales para enviar o pedir contenido sexual).

“He visto compañeros amigos y compañeros llorar, huir, esconderse, ponerse nerviosos y avergonzarse por incidentes de violencia frente de sus amigos y familiares. He visto jóvenes en depresión, en negación, con la vida porque sienten que quien se supone que los ame, los maltrata”, sostuvo. Dijo que aunque se sabe que más del 50% de las querellas por violencia doméstica pertenecen a un grupo joven, de 14 a 25 años, no se puede distinguir si ocurre en una relación de noviazgo.

“Nos parece correcto que se accione legislativamente a fin de que se indique expresamente que la relación de noviazgo está cobijada en el alcance de la Ley 54 a fin de que las disposiciones de esta ley puedan aplicarse de manera uniforme a las sobrevivientes de la violencia en el noviazgo”, dijo por su parte, la Procuradora de las Mujeres, Lersy Boria, en una ponencia escrita.

Boria recomendó que en el escenario donde ambos componentes de la relación de noviazgo sean adolescentes se evalúe por expertos en la conducta y se tomen en cuenta sus comentarios en atención a la intención legislativa “habida cuenta que no podemos equiparar una relación de noviazgo entre dos adolescentes con un noviazgo entre adultos”.

El proyecto de ley es de la senadora Migdalia González Arroyo, quien preside la Comisión de Asuntos de la Mujer.