Arecibo.  Si el objetivo era llamar la atención, lo lograron. Ahora, de que se vea bien…

Si usted pasa por la Plaza del Corregimiento, ubicada en la parte posterior de la alcaldía, se le hará muy difícil ignorar la fuente que se encuentra allí y que tiene a su alrededor cuatro llamativas figuras de delfines.

Llamativas, claro, porque ver un delfín con colores estrambóticos descansando sobre una ola pintada como una bandera de los Estados Unidos no es algo de todos los días.

Esta colección escultórica, instalada allí en el 1999, se fue deteriorando con el pasar del tiempo pero este año, con motivo de la celebración del quinto centenario del asentamiento español e indígena en el municipio, “volvieron a la vida”. ¡Y de qué manera!

Uno de los simpáticos delfines luce en su cuerpo la imagen del cacique Arasibo y justo al lado exhibe también una estilizada letra “A” color naranja, que es reconocida como el logotipo oficial del Municipio en sus promociones y demás actividades.

Asimismo, la figura presenta en su cabeza la bandera de Puerto Rico y en la parte posterior se destacan los colores y diseños de la bandera y el escudo de Arecibo. 

En otra de las piezas predomina el color naranja y su cuerpo está decorado con varias interpretaciones taínas del sol y el coquí, entre otros.

No les gusta

A pesar de que el arte es libre y subjetivo, Primera Hora quiso conocer la opinión de la gente sobre este proyecto que, para bien o para mal, es tremenda pieza de conversación.

“Yo encuentro que es inapropiado el hecho de que los hayan pintado así porque me parece que tienen una connotación política. Yo entiendo que eso es arte pero ahí están las banderas de aquí y de los Estados Unidos y esos son símbolos políticos”, manifestó Yovanni Reynoso.

“El arte es lo más bonito que hay, algo que enriquece al pueblo, pero se tiene que hacer adecuadamente, no así. En este pueblo hay muchas obras de arte que dan gusto verlas, pero lo que hicieron con los delfines no es una de ellas”, agregó.

“Para mí están bien feos. Eso de ponerle banderas y diseños no se ve bonito”, dijo Samuel Luciano quien, al igual que su esposa, Jacqueline Muñiz, opinó que debieron haber pintado los delfines con su color natural.

De otro lado, Javier Cordero, un estudiante de enfermería que casualmente pasaba por la placita, dijo que los delfines no eran el espacio adecuado para realizar ese tipo de arte.

“A mí no me gusta criticar el arte porque yo sé que detrás de eso hubo un artista que quizás pasó horas de trabajo para hacerlo, pero la verdad es que están bien feos. O sea, los dibujos, como tal, están bien bonitos y bien hechos pero eso mandaba en una pared o algo así, no en esos delfines”, dijo.

Rechazo en las redes sociales

Mientras, en marzo pasado,  el alcalde Carlos Molina Rodríguez, publicó a través de su página y la del Municipio de Arecibo en Facebook las primeras fotos de la obra de arte.

Utilizando el mismo medio, el alcalde alegó que la restauración de las mismas no le costó un centavo al Municipio y le dio crédito a los artistas Miguel Santana y Miguel Román. 

A pesar de que muchos cibernautas aplaudieron el esfuerzo, otros criticaron fuertemente la decisión de pintar los delfines.

“Definitivamente no están acorde con la vista y el entorno pues se encuentran entre tres edificios de gran valor histórico como la alcaldía, la logia y el Teatro Oliver… al pintarlos de forma circense se pierde esa armonía y se raya en la ridiculez”, opinó un usuario identificado como Mandy Pérez.

“Están peor que los leones de Ponce. Espero sean solo por un tiempo. Nada más de mirarlos duele a la vista”, dijo otro usuario, al hacer referencia al proyecto de arte público instalado en la plaza Las Delicias del mencionado municipio y que de igual forma están pintados con llamativos colores y representaciones visuales de diferentes temas.

Mientras tanto, el  alcalde defendió la obra y destacó que fueron los mismos artistas quienes restauraron completamente las esculturas antes de aplicar sus diseños.

“Esos delfines estaban de botar y yo encuentro que lo que se hizo es algo bonito y llamativo. Son escenas de Arecibo y es un arte que no ofende a nadie. Hay gente que no le gusta y hay muchos que sí. Todo es cuestión de apreciación”, manifestó.

“Todo el mundo sabe que los delfines son color grises, pero nosotros quisimos hacer algo llamativo y agradable. Ahora la gente pasa por allí y se saca fotos en la fuente”, agregó.