El alcalde de Maricao, Gilberto Pérez Valentín, le pidió esta tarde a la gobernadora Wanda Vázquez Garced que el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) habrá 24 horas, y no hasta las 8:00 p.m. como ocurre ahora.

Pérez Valentín se reunió esta tarde con la primera ejecutiva del país a quien le presentó sus principales preocupaciones.

En este hospital, que abre a las 7:00 a.m. y hay dos médicos, se atienden de 12 a 15 personas al día, según Pérez Valentín.

“Queremos que abra 24/7”, dijo el alcalde al mencionar que el hospital más cercano está en Mayagüez, a una media hora o un poco más.

Dijo desconocer qué cantidad de dinero se necesitaría para abrir la institución hospitalaria 24 horas, que atiende muchos envejecientes en su sala de emergencias.

La gobernadora, según el alcalde, le dijo “que va hacer los arreglos para ver si podemos conseguir los fondos”.

En un tiempo este CDT no cerraba pero antes del huracán María -debido a recortes presupuestarios- empezaron a recortar los horarios.

Mencionó que en ese pueblo hay un Centro de Salud Primaria (330) y en un momento hubo una negociación para que este tomara el hospital, pero no dan servicios de emergencia y cierran a las 4:00 p.m.

El alcalde también discutió el asunto de las malas condiciones de las carreteras en su pueblo.

“Sí va a haber un dinero para poder atenderlas; ya en estos meses”, indicó al mencionar que bajo programa el Abriendo Caminos ya le atendieron cuatro carreteras.

Sí urge atención un tramo de la carretera 105 “que está bien deteriorado”.

Por otra parte, el alcalde dijo que aún en su pueblo hay personas viviendo bajo carpas y en una guagua escolar, luego que sus viviendas se vieran afectadas por los sismos durante las pasadas semanas.

En la guagua escolar “hay como seis familias, porque la casa tuvo daños… Tengo personas que todavía están en carpas. Tengo una familia que está durmiendo dentro de un garaje, porque se siente más segura. La casa se partió”, dijo el ejecutivo municipal que estimó en unas 190 las casas afectadas por los sismos pero las que no son habitables suman unas 30.

Hace un semana, el municipio comenzó a construir unas casetas de madera a estas últimas familias. Invirtió $100 mil, en madera tratada y los otros materiales que necesitan.

Espera que en tres semanas las viviendas improvisadas -que estarán ubicadas en los barrios- estén listas.