En los últimos cinco años los participantes del Plan Vital diagnosticados con diabetes aumentó de un 14% a un 18%, generando otras complicaciones graves de enfermedades cardiovasculares y del riñón, y poniendo sobre la mesa la posibilidad de que el programa tendrá que adquirir fuentes de ingresos adicionales para cubrir los beneficios.

Así se desprende de un Estudio Longitudinal de Diabetes que elaboró la firma de consultoría Advantage Business Consulting en colaboración con el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) y la firma de actuarios Milliman con los 1.2 millones de personas que se benefician del plan médico del gobierno, excluyendo a unos 200,000 que se acogen al Medicare Advantage.

“Entre los hallazgos principales del estudio es que la prevalencia de diabetes durante los años de 2016 a 2020 aumentó cuatro puntos porcentuales entre la población del Plan Vital. Estos son números realmente alarmantes, especialmente, si consideramos que esta data está normalizada por edad, quiere decir que esto no está relacionado con envejecimiento de la población sino que, en términos netos, hay más gente con diabetes en 2020 que los que habían en 2016 en términos porcentuales”, precisó Jorge Galva, el director ejecutivo de la Administración de Seguros de Salud de Puerto Rico (ASES) en una conferencia de prensa en la que desmenuzó los datos más importantes del estudio.

Se estima que la tasa de prevalencia de diabetes de Puerto Rico es dos veces más que la de Estados Unidos.

Además de la tasa de prevalencia en diabetes, se destacó que las enfermedades cardiovasculares en la población diabética aumentó en el periodo bajo estudio de un 59% a un 67%. Cabe destacar que las enfermedades cardíacas encabezan los fallecimientos del año pasado, sumando el 16.5% de las más de 32,881 muertes reportadas hasta las semanas pasadas. La segunda causa de muerte fueron las enfermedades de neoplasia maligna o cáncer (15.7%). Mientras, la tercera causa es la diabetes con un 9.6%

Otro dato que alarma del estudio es que las enfermedades crónicas del riñón aumentaron de un 10% en el 2016 a un 18% en el 2020.

Jorge Galva, director ejecutivo de ASES, indicó que el componente de prevención es uno de los más importantes.
Jorge Galva, director ejecutivo de ASES, indicó que el componente de prevención es uno de los más importantes. (Bárbara J. Figueroa Rosa)

“Déjenme decirles que este es uno de los hallazgos más alarmantes que presenta este estudio, porque la enfermedad crónica del riñón es una de las consecuencias directas de la diabetes no manejada adecuadamente. El riñón se va dañando poco a poco hasta que deja de funcionar. Y cuando ese riñón deja de funcionar, tengo un paciente en diálisis. Y la diálisis es bien cara en términos financieros y es un vía crucis en términos de calidad de vida para la persona que lo recibe... la sobrevida de un paciente de diálisis está en alrededor de tres años, en otras palabras cuando te empiezan a dializar lo que tienen son tres años de vida, y la calidad de vida ese tiempo es bien pobre, doloroso, engorroso”, expresó Galva..

En términos de ceguera y el pie diabético, otras de las consecuencias de la diabetes, la tasa de prevalencia se mantuvo estable.

En cuanto al perfil de los diagnosticados, se concluye que el 54% son mujeres y el 45% son hombres. Son las féminas de 71 a 80 años las más afectadas y donde más aumento se reflejó, pues de un 43% que ocupaban en el 2016, la cifra ascendió a un 54% en el 2020.

Respecto a la comunidad pediátrica, se estableció que en la población menor a 10 años los diagnósticos se mantuvieron estables fluctuando en un 1.3%. Sin embargo, los de 11 a 20 años aumentaron de un 3.5% a un 4.7% entre el grupo femenino; y de un 2.9% a un 4.0% en el masculino.

Aunque no hay datos concluyentes, el subsecretario del Departamento de Salud, Félix Rodríguez Schmidt dijo que los resultados del estudio podrían ser reflejo de un aumento en la prevalencia de diabetes en la población general.

Evaluación económica del crecimiento en diagnósticos de diabetes

En la conferencia de prensa trascendió que un paciente no diabético en el 2016 le costaba en promedio al programa $1,064, mientras que en el 2020 esa cifra aumentó a $1,395. En cambio, el costo promedio anual en un paciente con diabetes era $2,846 en 2016 versus $4,224 en el 2020.

“El costo anual por servicios brindados a un participante diabético del Programa Vital, más allá de los cubiertos bajo los programas de capacitación, son tres veces mayores que el costo para un participante no diabético... si nosotros continuamos con la situación como está, en términos de incremento de la prevalencia de diabetes, definitivamente el programa va a tener que adquirir fuentes de ingresos adicionales a los que existen ahora mismo porque el costo agregado del programa subiría de forma congruente”, advirtió Galva al agregar que la crisis se estaría evidenciando en unos tres a cuatro años.

Señalaron como factores influyentes los costos en los que se tienen que incurrir en tratamientos para atender las complicaciones relacionadas a la condición de diabetes, entre estas las ya mencionadas (cardiovasculares, daños al riñón, etc).

Además, se atribuyó un problema de acceso a los servicios de salud luego del huracán María y durante la pandemia.

“Los problemas de acceso después de María podría ser un factor importante porque después de María vimos no solamente muertes excesivas, sino un decaimiento del acceso a servicios de salud que provocó una descomposición en muchos pacientes... también están los problemas por estrés debido al aislamiento en la pandemia pues, sabemos que en el 2020 mucha gente no fue al doctor y, al no ir, probablemente no cumplieron con sus recetas ni manejando su azúcar”, dijo Galva.

¿Qué se sugiere para contrarrestar la situación?

“El ‘issue’ de la prevención, como se está manejando la prevención de nuestro sistema de cuidado coordinado, es uno de los ‘issues’ más importantes. Y vamos a tener que mirarlo en profundidad desde todos los ángulos del sistema. Lo vamos a tener que mirar con la participación del Departamento de Salud, lo vamos a tener que mirar hacia el interior de ASES, que estamos haciendo nosotros para asegurarnos de la que la prevención se está dando de la manera correcta. Nos vamos a sentar con nuestros socios de las aseguradoras y discutir este estudio para que vean los resultados de este estudio y perciban el sentido de urgencia”, expresó Galva dando énfasis particular a que se hagan de forma recurrente cernimientos entre los participantes del Plan Vital.

Mientras, el catedrático de la Escuela de Salud Pública del RCM, Heriberto Marín, sugirió medidas para ampliar el estudio que incluirían la evaluación de varios indicadores como visitas a salas de emergencia, especialistas, pruebas de laboratorio, hospitalizaciones y procedimientos dentales preventivos relacionados con las encías.

Se mencionó también utilizar los datos que se recopilen del sistema de vigilancia de COVID prolongado que inició el Departamento de Salud, para determinar si hay un vínculo en el aumento en prevalencia de diabetes con los casos de enfermedad de coronavirus.