Altas las expectativas para la nueva Secretaria de Salud
El nombramiento de Ana Ríus parece tener muy poca objeción.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Ana Ríus, nominada ayer en propiedad como secretaria del Departamento de Salud, parece contar con muy poca objeción a que asuma el cargo, pero las expectativas para que cumpla con la función son bien altas por parte de diferentes sectores.
Aunque todavía tiene que ser confirmada por el Senado, Ríus, una anestesióloga con 28 años de experiencia en ese campo y con varios puestos administrativos en su haber, es descrita como una persona de grandes cualidades, paciente, humanitaria y que sabe escuchar.
Para el salubrista José Vargas Vidot, fue una buena elección aunque le gustaba la capacidad conciliadora de su antecesor Francisco Joglar.
“Creo que la doctora Ríus es una persona muy diestra, que tiene la capacidad de poder entrelazarse muy bien con la gente, que tiene una experiencia administrativa extensa. Pienso que tiene una combinación interesante. Es una persona que puede escuchar y es muy buena y al mismo tiempo es muy rígida y articulada en sus decisiones administrativas y eso es importante… No sé si el nombramiento en propiedad es una bendición o un castigo para ella”, indicó ya en tono de broma.
Vargas Vidot señaló que si tuviera que darle consejo a Ríus, el primero sería “que escuche a las organizaciones de base comunitaria y… que jamás se deje influenciar por voces a que hablen mal de estas organizaciones comunitarias o le inciten a desarrollar intrigas hacia las organizaciones. Los secretarios que han fallado han desarrollado ese tipo de aversión a quien se supone sea la representación misma de su clientela que es del pueblo.
Asimismo, indicó que es sumamente importante que “adopte una filosofía basada en el modelo de promoción de salud y a contar con alcaldes y líderes comunitarios de manera activa para eso”.
Además, no pudo dejar a un lado a las aseguradoras: “Debo decirle también como consejo a Ríus que las aseguradoras no son dioses. Y al fin y al cabo quien va a juzgar la capacidad de administrar no son los tres ejecutivos de una aseguradora, sino el pueblo”.
Eduardo Ibarra, presidente del Colegio de Médico y Cirujanos de Puerto Rico, dijo que la organización que dirige le pidió ayer mismo una reunión a la doctora para evaluar sus posturas en varios temas y partir de allí harán o no una recomendación oficial como cuerpo ante el Senado.
No obstante, Ibarra destacó que es imperativo que se prescinda de Jorge Sánchez, quien a su juicio, aunque haya renunciado en papel desde mayo a ser el asesor en salud para el gobernador Alejandro García Padilla, de facto sigue siéndolo
Dijo que sus fuerzas las debe concentrar en “erradicar inmediatamente el sistema de salud de Puerto Rico, tal y como está concebido en la actualidad, y hacerse partícipe del Proyecto de la Cámara 1185 para instituir sistema universal de salud, y claro, solicitarle al gobernador que sea ella quien dirija el departamento sin intervención de agentes externos”.
Ibarra urgió a que no se le siga malinterpretando cuando se refiere a la designada como “Anita”, porque en su México natal los diminutivos en los nombres son muestra de cariño y respeto, como cuando se convoca a la “Virgencita”. Al mismo tiempo se reafirmó al catalogar a Ríus como “excelente médico, colega, anestesióloga, humanitaria, que conoce lo que es el servicio de calidad y bondadosa”.
Mientras, Radamés Quiñones, director ejecutivo de la Unión de Enfermeras y Empleados de la Salud (ULEES) dijo que desde José Izquierdo Mora el país no ha tenido un secretario de Salud.
Aseguró que el sistema está en bancarrota por la corrupción administrativa, por la suciedad y por la privatización de servicios como los de limpieza, que como se ha demostrado con la presencia inusual de la bacteria Acinetobacter baumannii en el Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina.
“En este país, hay mucha víbora económica y hay seguros médicos y de salud y unos grupos que están matándose entre ellos mismos por sacarle provecho al dolor humano sacarle la mayor cantidad de de dinero posible”, manifestó.
¿Pero usted cree que ella puede llegar allí y arreglar algo?
Todo esto es un show.
Según Quiñones se está tratando de reformar la Ley 9 de enfermería que permitiría a la enfermeras recetar y para eso tendrían que comprar un seguro contra impericia, engordando los bolsillos de las aseguradoras.