La reforma laboral que impulsa la administración de Ricardo Rosselló dificultará la venta de casas en Puerto Rico, denunció un corredor de bienes raíces.

Mediante declaraciones escritas, el realtor  Roberto Carrasquillo Ríos dijo que los nuevos parámetros de la reforma le “suben considerablemente la vara” de la cualificación para adquirir un préstamo hipotecario a personas de menos recursos económicos.

Los cambios que promueve la reforma hacen que "la persona pierde prácticamente el derecho de tener un empleo estable". 

Entre otras cosas, enumera Carrasquillo Ríos, se encuentra que sube la permanencia en el empleo de 3 a 18 meses; bajar el 1% de la compensación por el bono y aumentar las horas requeridas para acumular dicho bono de 700 hrs a 1350 hrs; al establecer el  “FLEXITIME”  para la distribución de los periodos de trabajo laboral y donde se disminuye la compensación por horas extras.

"De esta manera al no tenerse estabilidad económica no habrá underwriter' que apruebe un préstamo hipotecario” , dijo Carrasquillo Ríos.

Agregó que la escasez de prospectos compradores cualificados tendría la consecuencia directa de continuar aumentado numéricamente los mercados de reventas propiedades, proyectos nuevos y las propiedades reposeídas. 

“La reforma propuesta no incentiva en nada el motor económico que representa la industria de los bienes raíces e hipotecaria del país y de igual forma es un atentado a una industria que languidece por los efectos de una economía decreciente como la nuestra” dijo el exintegrante bajo la administración Fortuño de la la Junta de Corredores, Vendedores y Empresas de Bienes Raíces adscrita al Departamento de Estado, y exlegislador municipal del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y del Movimiento Unión Soberanista (MUS).