El apagón masivo que afectó a Puerto Rico pudo haber tenido un impacto económico directo de sobre $552 millones para el país, considerando un estimado de 48 horas sin servicio eléctrico para la mayoría de clientes y empresas. Y a este escenario se suman otros $20 millones en pérdidas por falta de ingresos para la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y de LUMA Energy.

El cálculo fue realizado por los economistas José Alameda y José Toral, tomando en cuenta dos días con poca o ninguna producción en la isla ante la ausencia del servicio eléctrico, el cual impacta a 1.5 millones de clientes.

En entrevista con Primera Hora, Alameda acotó que el estimado de impacto económico de sobre $552 millones se hizo tomando en cuenta que el Producto Interno Bruto (PIB) de la isla es de $276 millones diarios y que se perdieron un mínimo de 91 millones de kilovatios por hora debido al apagón ocurrido la noche del pasado miércoles cuando un interruptor de la unidad #5 de Costa Sur explotó. La avería provocó que todas las líneas de transmisión de la isla se abrieran y colapsara toda la red eléctrica.

“Esto es un estimado y está basado en que la luz no llegó en 48 horas para muchos sectores o estuvo inestable porque iba y venía y estaba entre el polvo y la paja, como decimos en el campo. Esos más de $552 millones son pérdidas o impacto directo, lo que significa que están relacionados al efecto en pérdidas que tuvo Puerto Rico en términos de producción. Si consideramos el impacto indirecto, que serían los servicios que se vieron afectados o lo que se dejó de comprar por la paralización o inestabilidad de la producción de los otros sectores, entonces estaríamos hablando de $387 millones adicionales para un total de $939 millones. Esto sería casi un punto porcentual, específicamente un .93% del PIB”, explicó el experto al agregar que el impacto económico en un periodo de 36 horas sin luz hubiera sido de poco más de $414 millones.

Detalló que es posible que se recupere “alguito” de las pérdidas millonarias ocasionadas por el apagón, pero la situación está “cuestarriba”.

“Hay ciertas cosas que se pueden recuperar y otras no. Por ejemplo, ese arroz y habichuelas que se perdió, la gente los va a ir a comprar al supermercado. Pero, tenemos de otra parte a las personas que tuvieron que cancelar las citas en sus oficinas o suspender los trabajos en sus talleres al no tener energía. Por ejemplo, el mecánico que le iba a arreglar el carro a Juan Pérez el viernes, pero no pudo, tuvo que moverlo para otro día. Pero ese día también tenía la agenda llena y ese efecto de retrasos o ‘delay’ puede tener repercusiones económicas”, sostuvo.

De otra parte, mencionó las pérdidas económicas que en sí misma tienen la AEE y LUMA Energy al dejar de generar ganancias que son consideradas en la facturación.

“La AEE tiene un ingreso bruto $3,700 millones. Eso dividido por 365 días son unos $10 millones al día. Es decir, que ellos tuvieron una pérdida mínima de $20 millones en 48 horas... lo peor es que casi siempre estas pérdidas terminan en la factura y lo pagan al final los consumidores y las empresas. Ya veremos”, dijo Alameda.

Entretanto, destacó el impacto a la imagen de la isla frente a posibles inversionistas que quieren hacer negocios en Puerto Rico.

“Es patético... la estabilidad energética y de infraestructura es importante para la inversión o producción. Pero los inversionistas o bonistas no son imbéciles y no creerán cualquier cuadro color rosa que quieran presentar... ellos saben, créeme”, dijo quien fue miembro de la Junta de Planificación.