El cambio climático y la erosión costera, al parecer, han impactado las corrientes marinas y han alterado la geografía de muchas de las hermosas playas de Puerto Rico, poniendo en riesgo a bañistas y a los turistas que visitan la Isla atraídos por la arena y el mar.

En lo que va de este año, han muerto 18 personas ahogadas, mientras, los presidentes de las comisiones senatoriales de Seguridad, Henry Neumann Zayas y de Recursos Naturales, Albert Torres Berríos, denunciaron que las agencias de gobierno y hospederías no tienen un plan coordinado para evitar que sigan ocurriendo incidentes lamentables. En la zona de playa detrás de los hoteles La Concha y el Mariott, en el Condado, en San Juan, entre noviembre de 2020 al presente, se han ahogado siete personas.

La más reciente víctima se reportó el sábado en la Playa Jobos, en Isabela, cuando un puertorriqueño residente de New Jersey, según la Policía, fue arrastrado por corrientes marinas y se ahogó mientras trataba de regresar a la orilla.

Los senadores Neumann y Torres, en entrevistas separadas con Primera Hora, expresaron preocupación ante la falta de salvavidas en las playas, de cara a la Noche de San Juan, que se conmemora este miércoles, así como otras festividades veraniegas, en las que se espera mucha concurrencia en las playas, tras finalizar el confinamiento por la pandemia del COVID-19.

“Hay playas como la del Condado donde han muerto siete personas desde noviembre hacia acá, es algo que va en incremento. El ritmo de muertes por ahogamientos es sin precedentes, supongo que mucho tiene que ver con los cambios climáticos, con los cambios de corrientes que están ocurriendo en estas playas alrededor de Puerto Rico y es lo que provoca la resolución de investigación que radiqué”, dijo el senador Neumann.

Hace unas semanas las comisiones legislativas realizaron una vista ocular en la playa del Condado y en el transcurso de esta semana proyectan trasladarse hasta la playa isabelina de Jobos. El pasado viernes realizaron una vista pública en el Capitolio en la que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) reclamó que no tiene fondos para contratar salvavidas. La agencia reconoció que, de sus 270 rescatistas del Cuerpo de Vigilantes, solo una veintena cuenta con entrenamientos para hacer rescates en cuerpos de agua.

“(La gente) está por la libre en las playas, que cada día se ponen más peligrosas por lo que está ocurriendo en el ambiente y las corrientes”, indicó Neumann.

“Se estima que sobre mil personas llegan diariamente a Puerto Rico para disfrutar de nuestras playas y otras atracciones turísticas y hemos descubierto que el gobierno no tiene presencia alguna en estas playas y que los turistas que vienen atraídos por la belleza de nuestras playas que se mercadea a través de todo el mundo, están por su cuenta, a su propio riesgo en las playas de Puerto Rico y eso es completamente inaceptable”, denunció el legislador.

Dijo que en las vistas salió a relucir que en Puerto Rico “hay ya más habitaciones privadas (Airbnb) que hoteleras y esa gente, sí que no tiene absolutamente ninguna información sobre la situación de las playas”.

El legislador novoprogresista indicó que después de auscultar todos los detalles, buscan que “Recursos Naturales acepte su responsabilidad en las playas, coloque salvavidas debidamente entrenados y equipados en playas neurálgicas, donde han ocurrido estos ahogamientos en los últimos tiempos y que la Compañía de Turismo también se haga partícipe en el reclutamiento, entrenamiento y en el costo relacionado con la colocación de estos salvavidas” porque la rotulación no ha sido un disuasivo para evitar que las personas sigan acudiendo a estas playas que tienen un alto grado de peligrosidad.

“También hemos descubierto que el Negociado de Manejo de Emergencias no tiene personas capacitadas para una vez acude en el momento de la emergencia entrar en el agua y rescatar”, dijo Neumann. Agregó que la Policía dentro de su entrenamiento, tampoco tiene la capacidad para entrar en el agua y rescatar. “Hay una Unidad Turística (de la Policía) en el Condado y ninguno puede nadar ni rescatar a alguien”, dramatizó.

“En todos los casos de emergencias que han surgido han dependido de otros bañistas y de surfers que pudieran estar en el agua para rescatar, que lo hacen constantemente o para descubrir el cuerpo ya ahogado, porque ninguna agencia de gobierno tiene la capacidad para hacerlo. Eso es increíblemente inaceptable en una isla rodeada de agua, donde el turismo es la industria principalísima, donde se mercadean a través del mundo nuestras playas”, deploró.

Dijo que Recursos Naturales se limita a poner “algún salvavidas en lo que ellos llaman balnearios, por ejemplo, Luquillo y Carolina, pero ignoran por completo lo que ellos llaman playas de aguas abiertas”, como es Condado, Jobos en Isabela, Crash Boat en Aguadilla y Rincón, entre otras.

“Yo no encuentro la diferencia en términos de la protección que tiene que brindar Recursos Naturales entre un balneario y una playa normal, que ellos hablan de playas abiertas. Entiendo que donde quiera que haya unas corrientes que pueden causar algún tipo de problemática a los bañistas, y donde acuden grandes cantidades de turistas y de personas locales, ellos tienen que tener salvavidas”, sostuvo.

“El día que tuvimos la vista ocular en la playa del Condado, nosotros estimamos que a las 11:00 de la mañana había alrededor de 1,200 personas entre la zona de la Concha y el Mariott y no había presencia gubernamental de ninguna clase”, subrayó Neumann.

El senador Torres indicó, por su parte, que en la vista del pasado viernes, escucharon a todas las partes (DRNA, Compañía de Turismo, Policía, Manejo de Emergencias y Asociación de Hoteles), pero hasta el momento, no se les ha presentado un plan en el que se puedan identificar las medidas de prevención de cara a las festividades que se aproximan.

“Se les recomendó que antes de la Noche de San Juan se reuniera un comité. Personal de mi oficina estuvo allí y no se pudo ver que ellos tuvieran una planificación, no hay una campaña educativa para los huéspedes en la que se pueda indicar que las playas detrás de los hoteles no son aptas para que ellos puedan bañarse. Se le recomendó y se le exigió que los hoteles tienen que tener dos salvavidas por hotel para que se puedan minimizar el riesgo, que haya supervisión agresiva por parte de la hospedería”, dijo Torres.

El senador popular indicó que el DRNA expresó que no tienen fondos y “que hacen de tripas corazones”, pero “le exigimos que tienen que identificar salvavidas y por lo menos, tener unos four tracks para que ellos puedan dar rondas y ver hacia dónde se dirigen los turistas”.

“Tenemos que ser más agresivos y no tenemos ninguna objeción en identificar fondos para que el DRNA, que tiene la responsabilidad mayor, pueda hacer el plan junto con los hoteles”, sostuvo Torres.

“Son vidas que se están perdiendo y es doloroso y cuando miramos para atrás no hay supervisión, no hay salvavidas, no hay sensibilidad, los hoteles no llevan a cabo las campañas educativas que se supone que lleven a cabo por los cuartos o utilizando videos. Hay tantas maneras de poder llevar a cabo una campaña, de crear conciencia de hacia dónde se pueden dirigir los bañistas, pero los hoteles solamente se encargan de cobrar”, dijo el senador.

Torres dijo que las comisiones legislativas ya tienen un informe preliminar y antes de que cierre la sesión ordinaria el próximo 30 de junio, rendirán el informe final.

Indicó que el DRNA recomendó construir un arrecife artificial detrás del hotel La Concha, en el Condado y dijo que contrataron una compañía para hacer el estudio “que está bastante acelerado con el Cuerpo de Ingenieros, pero eso no va a minimizar las corrientes y hay hacer un estudio más profundo”.

“Según lo que hemos visto y en estudios que se han hecho, se deben colocar unas sogas para cuando las olas arrastren a algún bañista se pueda agarrar y podamos minimizar los incidentes en lo que se busca otro tipo de proyecto fundamentado en la investigación que se va a hacer del oleaje y las corrientes”, detalló el legislador.

“Esta es una situación que no solamente puede afectar a turistas, es algo que nos puede tocar a cualquiera de nosotros que a veces visitamos las playas. No nos vamos a cansar hasta que veamos allí salvavidas y guardias de ronda preventiva y si en este presupuesto el DRNA. Si en este presupuesto hay unas partidas para empleo, que Recursos Naturales pueda identificar los 500 guardias que brindan seguridad a las playas”, sostuvo Torres.

Necesitan más adiestramientos

En la vista pública del viernes, el comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, Nino Correa, recomendó “buscar la manera de que las banderas de aviso estén más cerca de la playa, que tengan un tamaño [visible], y la rotulación por colores que indique si es apto para bañarse o no”. Asimismo, mencionó que la utilización de salvavidas “es peligroso por los riesgos en esas zonas”.

Igualmente, dijo que el esfuerzo que han hecho los hoteles no es suficiente. Correa indicó que se dieron a la tarea de ir hotel por hotel para conocer el trabajo de orientación que están haciendo (en la zona del Condado). Además, reconoció que se necesita mayor adiestramiento y aunar esfuerzos con las agencias para asumir mayor responsabilidad.

Recalcó, además, que los avisos de peligrosidad se deben extender a otros cuerpos de agua como los ríos, debido a las recientes situaciones que han enfrentado.

A su vez, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo, Clarisa Jiménez, indicó a los senadores que tiene una gran preocupación sobre este asunto, el cual requiere de varias acciones. Hizo claro que “no todo turista que está de visita en el País está hospedado en un hotel, debido a la proliferación de hospederías a corto plazo (Airbnb), industria que no está regulada”.

Jiménez dijo que el grupo de hoteles que son parte de la Asociación tienen sus protocolos de aviso a sus huéspedes sobre las condiciones del tiempo y marítimas del día. Presentó varias recomendaciones como adiestramientos; programas de educación; complementar el trabajo de salvavidas con personal de vigilancia certificado con primeros auxilios, la asignación de vehículos todo terreno y acuáticos; colocación de las boyas demarcando áreas seguras para bañistas; entre otras medidas.