El gobernador Pedro Pierluisi advirtió hoy que habrá nuevas disposiciones en la nueva orden ejecutiva sobre el COVID-19 y, aunque aseguró que la salud es prioridad para su gobierno y no cederá a presiones del sector económico, resaltó que “no podemos destinar a nuestro pueblo a la pobreza”.

“Aunque la salud tiene que ser la prioridad no podemos destinar a nuestro pueblo a la pobreza porque la pobreza afecta a la salud, la pobreza puede hasta matar”, expresó Pierluisi en conferencia de prensa y tras culminar una reunión con el gabinete constitucional y otros jefes de gobierno.

Recalcó que buscará un balance para tomar su decisión -la cual vislumbra anunciar en uno o dos días- y a pesar de que anticipó que los cambios no serán rotundos sí habrá alteraciones “porque tengo que responder a sectores de la sociedad que están reclamando cambios”.

Sostuvo que la decisión sobre la orden ejecutiva será consultada con la coalición científica y otros grupos en los que buscará asesoría.

Precisamente, ayer el gerente de investigaciones del Fideicomiso de Salud Pública, Marcos López Casillas, denunció a través de Primera Hora un rezago en la entrada de datos del BioPortal del Departamento de Salud, sistema que en las últimas semanas ha recibido resultados de COVID-19 hasta con 15 días de retraso. Ante esto, advirtió que la data ofrecida al público en cuanto a casos positivos únicos no es certera y esta irregularidad debe tomarse en consideración en la toma de decisiones gubernamental. Asimismo, dijo que el escenario en Puerto Rico es “preocupante” pues las muertes ocasionadas por el virus durante el mes de diciembre alcanzaron cifras récords. El informe del lunes del Departamento de Salud, indican que hay 73,957 casos confirmados y 1,555 muertes. De los decesos, 352 corresponden a diciembre.

“Algunos siempre se preocupan por todo y no quieren cambio alguno. Pero ya, desde ya les digo, que van a haber cambios… pero voy a hacer justo. Tampoco es que d ela noche a la mañana se abrieron las compuertas”, manifestó el gobernador.

De hecho, Pierluisi opina que la directriz de un toque de queda atenta contra las “libertades individuales”, pero aun así mantendrá la restricción del “lockdown”. La actual orden ejecutiva OE2020-087 que vence el 7 de enero impone un toque de queda de 9:00 de la noche a 5:00 de la mañana y un cierre total los domingos.

“Si fuera por mí, lo voy a decir, porque siempre me he sentido así, esto de tener toque de queda atenta contra las libertades individuales. Esto se justifica cuando estás en un estado de guerra, y miro al general (José Reyes de la Guardia Nacional) porque él sabe que pienso así. Si mantengo ese toque de queda no es porque yo quiera porque mi instinto sería eliminar ese toque de queda. Para que sepan…el virus está con nosotros 24/7. Esto no es que llega a las 9:00 de la noche”, expresó.

Aun así dijo que al no tener todos los datos disponibles para eliminar esa orden “con toda probabilidad el toque de queda se queda, pero puede ser que haya modificaciones”. Destacó la importancia de que el pueblo “siempre tenga acción y libertad de movilidad”.

Ante preguntas de la prensa sobre si su decisión podría estar cediendo al poder económico respondió con un rotundo “no”.

“No. Estoy hablando del bienestar general del pueblo de Puerto Rico. Esto no es un poder… esto no es meramente sobre los patronos. Se trata tamién de la clase trabajadora… a fin de cuentas estos beneficios de desempleo tienen fecha de expiración y no podemos pensar que los tendremos ‘persecula seculorum’ (frase en latín que signifca “por los siglos de los siglos”).

Del mismo modo, advirtió que aun cuando se emita una nueva orden ejecutiva la misma puede enmendarse a días después.

“Hay que ver el escenario porque puede cambiar día a día… hay que tener visión, por ejemplo, si surge de repente un repunte y que eso implique que haya más restricciones”, acotó.

Por su parte, Manuel Cidre, secretario de Desarrollo Económico dijo que el sector de pequeños y medianos comerciantes han sido los más afectados durante la pandemia.

Asimismo, dijo que busca identificar fondos para ayudar a estos comerciantes para que cubran gastos que no se permiten a través de estímulos federales.

De otra parte, sostuvo que en Puerto Rico “hay una cantidad de plazas de trabajos disponibles” en el sector de la construcción, manufactura y a nivel tecnológico.

“Lamentablemente, cuando estos estímulos federales vienen sirven de disuasivo para ese sentido de urgencia de buscar trabajo”, manifesto al adelantar que coordinará a través del Departamento del Trabajo llenar esas vacantes.