El reinicio de operaciones prestatarias del Banco Municipal de Ponce -materializado hace más de una semana- coloca nuevamente al ayuntamiento en el ruedo financiero tras cerca de 15 años sin emitir crédito a comerciantes de esta municipalidad.

La opción representa una alternativa distinta a la banca comercial, para las personas que vislumbren desarrollar un negocio en la Ciudad Señorial, al igual que para aquellos empresarios ya establecidos que ponderen mejoras o expansión de sus respectivas localidades.

Esto es posible mediante préstamos de hasta $500,000 para proyectos de construcción, con una tasa de interés que comienza en 4% y que provienen de un fondo de $4 millones derivados de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés).

Pero a diferencia de otras instituciones financieras que operan en Puerto Rico, que se rigen bajo diferentes políticas de aprobación, esta empresa municipal cuenta con su propio comité evaluador, integrado por funcionarios, Legislatura Municipal y representación ciudadana.

De acuerdo con el director de Planificación y Desarrollo Económico del Municipio de Ponce, Jean Paul González Santini, “por el momento, no estamos siendo regulados, pero las políticas bancarias que establecimos las utilizamos como base para, si en un futuro hay la oportunidad de ser regulados, estas políticas bancarias cumplen con las políticas que se establecen el banco convencional”.

Destacó que, antes de reiniciar operaciones, “trabajamos casi ocho políticas bancarias y 10 ordenanzas en nuestra Legislatura” para que le dieran forma al banco municipal.

“Esto pasa por un comité evaluador, se hizo bajo la Ordenanza #19 que se presentó en el 2022 en la Legislatura Municipal. Este comité va a verificar que cumpla con los análisis de crédito, medir el riesgo y la prioridad siempre de la política pública de esta administración para que podamos aprobar proyectos que van cónsonos con el desarrollo económico de nuestra ciudad”, explicó.

Aunque aseguró que “nosotros vemos la empírica, fuimos el primer municipio en recibir la aprobación de la plataforma TransUnion”, el funcionario dejó claro que “en el proceso de evaluación, se hacen análisis de crédito, pero siempre se toma en consideración la prioridad del desarrollo económico para la generación de proyectos”.

“No importa la empírica, no importa el riesgo, lo más importante es el desarrollo económico de la ciudad. Es para cualquier tipo de negocio que se quiera establecer en Ponce, estamos buscando que ese pequeño empresario, no importa la industria, tenga ese capital en sus manos para que pueda abrir u operar en nuestra ciudad”, insistió.

Igualmente, mencionó que, cuentan con tres tipos de préstamos: a término, línea de crédito y construcción o mejoras a instalaciones comerciales.

“Son préstamos de término que son mayormente para obtención de equipo, también líneas de crédito y construcción hasta $500,000 de capital prestatario, comenzando en 4% de interés”, apuntó al señalar que la operación contará con una aplicación que, estará disponible a partir del 26 de octubre.

La página oficial de la empresa municipal identifica 11 productos de crédito dirigidos a: desarrollo comunitario, “startups”, negocios en el hogar, mujeres emprendedoras, instituciones técnicas, comercios electrónicos, veteranos, organizaciones sin fines de lucro, tecnología, salud y turismo.

“No es inaugurar un banco, sino cómo vamos a capitalizar”

El Banco Municipal de Ponce fue fundado bajo la administración del exalcalde Francisco Zayas Seijo en 2007.

En entrevista con Primera Hora, el exfuncionario resaltó que, en sus orígenes, “el banco estaba dirigido, mayormente a pequeños y medianos comerciantes o dueño de vivienda que necesitara reparar algunos desperfectos en su hogar. Ese dinero iba como fondos nuevos para prestarle a otra persona que, quien se beneficiara pudiera ayudar a alguien más”.

Sobre el reinicio de operaciones, advirtió que, “el banco municipal tiene que empezar a capitalizar. No es inaugurar un banco, sino cómo vamos a capitalizar ese banco. El banco municipal de Ponce, se iba a capitalizar por una asignación de dinero cuando estuviesen las cosas buenas o de los sobrantes; un superávit que tenga el municipio, lo pasa al banco en el presupuesto”.

“La base es la implementación. Tenemos que fomentar que ese dinero de ARPA se utilice para repoblar el casco urbano que, se nos está muriendo en las manos. Se le puede dar una subasta a un contratista para que haga seis o siete casas. Eso se puede hacer con los fondos ARPA, pero se tienen que asegurar que esas casas no las regalan, sino que reciben parte de lo que le dan”, explicó.

El anuncio del renovado banco municipal, al igual que otros proyectos, se da en el marco de una pesquisa de la Oficina del Panel sobre el Fiscal Especial Independiente (Opfei), contra el alcalde Luis Manuel Irizarry Pabón por, supuestamente, solicitar dinero a empleados de confianza para pagar un préstamo personal que utilizó en su campaña electoral.

Aunque el periodo para entregar los hallazgos finalizó a mediados de julio de este año, los investigadores solicitaron una extensión que vence hoy, “el 3 de octubre de 2023″.

Modelo de éxito en Caguas

La llamada Ciudad Criolla también cuenta con una operación bancaria que data de la década del 80 y que, en sus principios, estaba enfocaba en programas de vivienda a través de fondos provenientes de partidas federales, tales como HUD y CDBG.

Sin embargo, al comenzar a recibir dinero de la Administración de Desarrollo Económico de los Estados Unidos, (EDA, en inglés), el concepto cambió a uno comercial en 2010, mediante la creación de una organización sin fines de lucro que asumió las responsabilidades del antiguo Banco de la Comunidad.

La institución, abarcaría otros municipios de la región oriental, entre estos, Gurabo, San Lorenzo, Las Piedras, Juncos, Humacao, Cidra, Cayey, Aguas Buenas, Caguas, Ceiba y, estamos tratando de llegar a Vieques y a Culebra.

De acuerdo con Adrián Muñiz Mariani, director ejecutivo del Banco de Desarrollo Centro Oriental (Badeco), “vamos dirigido a personas que no tienen acceso a capital, que quieren crear sus primeros negocios o pequeños empresarios que quieran expandir su negocio y también se le ofrece ese capital”.

“Son préstamos comerciales, micros y pequeños comerciantes. Por ejemplo, servicios de tecnología, salones de belleza, a los mismos médicos le hemos ofrecido financiamiento para abrir oficina o negocios establecidos como un restaurante que quiera expandirse o reinventarse”, detalló.

“Hemos dado préstamos de hasta $200,000 y el mínimo es de $2,500 a $5,000. Nuestra concentración está en préstamos de $20,000 a $30,000. Los préstamos usualmente son de un año y medio a siete años, para repago con una mensualidad”, esbozó.

Entretanto, el porciento de interés de Badeco fluctúa entre 6% hasta 9%.

“Está bastante competitivo con la banca tradicional, ya que nuestros fondos se nutren de programas federales o estatales en los cuales nosotros no estamos cogiendo dinero prestado a la reserva federal, por eso no nos cuesta. Queremos ayudar y que se repaguen esos préstamos para nosotros seguir prestando”, sentenció.

“Nosotros nos regimos como cualquier otro banco, en análisis de una solicitud de financiamiento comercial. Se verifican los planes de negocio, puntuación crediticia de la persona, planillas, capacidad de repago, entre otras consideraciones. Lo distinto es que somos un poco más flexibles, en el sentido de que entendemos, no es como la banca tradicional que los préstamos pequeños no son costo-efectivos”, agregó.

La aprobación de estas solicitudes, según Muñiz Mariani, depende del tipo de préstamo y la cifra solicitada.

“Si un préstamo es de $20,000 o menos, el director ejecutivo toma la decisión de hacer la aprobación. De $25,000 o más es el comité de crédito. Si es sobre $150,000 que son pocos, la junta de directores da el aval o no al préstamo”, concluyó al especificar que la Junta de Directores de Badeco es presidida por el ejecutivo municipal de Caguas, así como alcaldes de la región y, representación del sector privado, entre otros.