El analista político Benny Frankie Cerezo pidió al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, que de la cara mientras se reiteró en la información que divulgó ayer de que el líder senatorial se vio involucrado en un incidente de violencia doméstica.

El manejador del programa Voz Primera de Radio Isla 1320 comenzó el programa lamentando el clima de violencia generalizada que se vive en el país al defenderse de los epítetos de “borracho, charlatán y embrollón”  que le lanzó ayer Rivera Schatz por las ondas de Noti Uno 1320.

“Nadie enciende un lámpara y la cubre con una vasija o la oculta debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entren vean la luz. Porque nada hay oculto que no se descubra y no hay secreto que no se conozca y quede al descubierto”, dijo el analista al citar el evangelio bíblico de San Lucas.

“Señor Rivera Schatz: Una luz es para que se vea, el candelero está sobre la mesa, el suyo debajo de la cama, de cara sin bondo. Diga cuando salió de Puerto Rico y por qué. Sus allegados reiteran en lo que yo dije en el día de ayer. Más aún señalan que usted fue tratado en un centro o lugar en Cupey”, dijo Cerezo al retar al Presidente a presentarse en público.

“Usted reclama que eso es falso, fantástico. Lo que es imprescindible es que usted de la cara y que no siga hablando por teléfono”, añadió el fundador del Partido Nuevo Progresista (PNP) al sostener que a Rivera Schatz “no se le imputa haber sufrido lesión en las cuerdas vocales, sino que es una violencia doméstica indeterminada porque yo no estaba allí, yo no lo presencié”.

Cerezo reiteró que sigue recibiendo información de “personas serias y gente de su entorno personal” que aseguran que fue llevado a  Cupey recibir atención médica en un carro oficial del Senado.

“De todos modos, si usted no fue herido, si no hubo violencia, si  fuera cierto la alegación que usted ahora hace, yo creo que Puerto Rico necesita y le implora que bregue con su ira implacable”, imploró el analista.

“Señor Rivera Schatz: Los rabiosos como usted, tarde o temprano, caen sobre su propia espada. Quien mata a puñaladas no podrá morir jamás a sombrerazos”, concluyó Cerezo al sostener que “si le pasó  bien, si no le pasó también”.