Más de 250,000 litros de leche producida en 80 vaquerías de Puerto Rico tuvieron que ser desechadas por orden de la Oficina de Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) al ser catalogadas como “excedente” y “sin canales mercadeables”.

El decomiso se llevó a cabo durante el fin de semana, confirmó a Primera Hora el secretario del Departamento de Agricultura, Ramón González Beiró, al indicar que la disposición de la leche surge como respuesta de una orden emitida el 28 de octubre por el administrador interino de ORIL, Javier Lugo Rullán.

“Es el propósito de esta orden administrativa notificar que para la fecha del 30 de octubre de 2021 ni Suiza Dairy Corp., ni Vaquería Tres Monjitas, Inc. y tampoco Indulac, podrán recibir más leche cruda de la proyectada para esta fecha para la elaboración de la leche fresca, leche ‘UHT’ y otros productos de leche”, reza el mandato.

“Dado que existe un excedente de leche sin canales mercadeables, es el deber de la ORIL asegurar la estabilidad de la industria y tomar aquellas medidas necesarias para asegurar la misma”, agrega la orden que alude a que para atender la situación fue necesario ordenar el descarte de la leche de las rutas asignadas a las tres elaboradoras el pasado sábado.

Las 80 vaquerías -de 240 que hay en la isla- que tuvieron que descartar miles de litros de leche están ubicadas en Hatillo, Isabela, Quebradillas, Manatí, Morovis, Aguadilla y San Sebastián.

Las vaquerías en las que no se pudiera recoger la producción de leche tenían que disponer de la misma conforme al plan de manejo de desperdicios aprobados para las vaquerías por la Junta de Calidad Ambiental. Muchas vaquerías utilizan charcas con sistemas de descomposición microbiológico como recipientes para estos desechos. Posteriormente, el material se utiliza como fertilizante, explicó González Beiró.

“Hemos estado manejando los excedentes a través de los años. Y te puedo decir casi categóricamente que este es el año que menos leche se ha decomisado, porque hemos ido apretando tuercas y trabajando con las plantas para envasar y elaborar la leche que se produce. Hemos estado enviando leche a República Dominicana a un precio bajito, pero la sacamos del mercado y el ganadero puede cobrar algo a lo que, a futuro, trabajamos otras cosas para que haya una línea de otros productos”, dijo el titular de Agricultura.

Aclaró que “estamos en los meses catalogados de más baja producción” y la proyección era que se generaran siete millones de litros quincenal.

“Pero la verdad es que no llegamos a ese punto bajo y se produjeron ocho millones de litros. Hay un millón en exceso que los pudimos manejar hasta cierta medida. Lo que ocurre también es que tenemos a Suiza Dairy en Aguadilla que desde febrero proyectó cerrar cuatro semanas para mantenimiento para esta fecha, por eso que menciono que es temporada baja, y ahora mismo esa planta está fuera. La preocupación es que esta quincena cerró el jueves, pero de ahora en adelante sigue aumentando”, explicó.

Ante la situación, mañana hay una reunión con miembros de la industria lechera.

“No quiero anticipar nada. No quiero decomisar ni un litro de leche y voy a buscar todos los medios posibles para que no suceda. Pero no puedo anticipar nada”, acotó el jefe de la agencia.

Según González Beiró, este tipo de excedente de leche pudiera resolverse para el año que viene cuando Indulac inaugure dos líneas adicionales de producción. Además, se prevé que también comience la elaboración en grandes cantidades de queso. Este es el producto lácteo de mayor importación ahora mismo en Puerto Rico.

“Aun así, eventualmente, hay que volver a la leche en polvo, que es lo que nos va a sacar de los buches (excedentes) bien grandes.

Baja grandemente el consumo de leche fresca

Según datos provistos por Manuel Enrique “Ricky” Martínez Arbona, presidente del sector de leche de la Asociación de Agricultores, en Puerto Rico se producen 2,500 cuartillos de leche diariamente. El 77% de la producción proviene de pequeñas y medianas vaquerías. Actualmente, hay cuatro plantas elaboradoras en la isla. El 100% de la leche fresca se suple localmente. En cambio, hay una triste realidad: ha bajado drásticamente el consumo.

“Antes la industria lechera estaba cimentada en el consumo de leche fresca cuando se vendían 360 millones de cuartillos al año. Ahora se venden 160 millones de cuartillos. La gente ha dejado de consumir la leche fresca, pero ha aumentado el consumo de productos lácteos. Prefieren, por ejemplo, los quesos -anualmente se venden $500 millones en quesos importados que vienen de otros lugares”, expresó Martínez Arbona

Dijo estar preocupado por el asunto de excedente de leche, aunque reconoció que hubo años que la situación estuvo peor.

“Lo importante es que hay que seguir haciendo el análisis para triplicar la producción de quesos y otros productos lácteos. Hemos invertido millones de dólares en poner maquinarias en Indulac y hay que buscar la manera de que sean eficientes, porque son los que procesan la mayoría de esos excedentes. De otra parte, ORIL también está tomando sus medidas para minimizar el impacto, por ejemplo, exportando leche a República Dominicana. Pero todavía hay cosas que se pueden hacer y le hemos dado algunas sugerencias a ORIL. No me atrevo a aventurarme a decir alguna de las posibles soluciones, porque va y no les caen bien a algunas empresas. Pero sí, hay que tomar cartas en el asunto”, resaltó Martínez Arbona.

Por su parte, Héctor Iván Cordero, ganadero y líder de los agricultores de Puerto Rico, que en el fin de semana tuvo que descartar 4,200 cuartillos de leche, exhortó a la ciudadanía a retomar la costumbre de consumir leche fresca.

“Hace 20 años en Puerto Rico se vendían quincenalmente 12 millones de cuartillos en 15 días. Hoy a empujones si se venden cinco es mucho. Esto ha ocasionado que los ganaderos nos tengamos que encoger. Yo tengo cuota para producir diariamente 6,600 cuartillos, pero estoy en los 2,200. Me tuve que encoger para no seguir botando leche. ¿Qué provocó esto? Pues, mira se ha ido medio millón de gente que consumía leche, lo que quedan son viejos que no quieren tomar leche y los jóvenes que están por ahí están sustituyendo con simulacros, refrescos y bebidas de frutas que hacen pasar por leche. En los mismos comedores escolares se vendía un millón de cuartillos cada 15 días. Hoy a duras penas (se venden) 300 mil cuartillos en ese periodo. Necesitamos que, por favor, el consumidor nos respalde comprando la leche fresca en el supermercado. Una dieta balanceada es de 32 onzas de leche y aquí el consumo per cápita es de seis a ocho onzas por persona”, acotó el ganadero.