En momentos en que en Puerto Rico se producen anualmente millones de libras de plástico que impactan negativamente el medioambiente, una medida legislativa propone una dramática solución: prohibir los “plásticos de un solo uso en todo local comercial”; o sea los vasos, tazas, cubiertos y platos desechables que se utilizan con tanta frecuencia en restaurantes, cafeterías, y fondas.

El proyecto de la Cámara 1951, sometido tan reciente como el pasado 31 de enero, plantea en su exposición de motivos que los plásticos son una enorme fuente de contaminación y se recicla muy poco de este material.

 “Surge de varios estudios que la problemática principal con estos productos es que este tipo de plástico contribuye a la contaminación del medioambiente, no es compostable y afecta negativamente al reciclaje del plástico convencional. De igual forma, se desprende que el plástico acarrea un elevado impacto ambiental. La tasa de reciclado a nivel mundial de este material es sólo del 14%, lo que significa que el 86% restante va a parar a los vertederos y a masas de agua”, reza el proyecto de ley.

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Según datos que recopiló la ya desaparecida Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS), ahora fusionada con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), en Puerto Rico se recolectaron 14,315,460 de libras de plástico solamente en el 2017, incluyendo envases, tenedores, vasos y platos, entre otros; todo de plástico. Las cifras son del año del azote del huracán María, por lo que el número podría ser diferente en otro año.

Si el proyecto se convierte en ley como está redactado, habría un periodo de transición de tres años para orientar a la ciudadanía y al comercio de que este tipo de plásticos estaría prohibido, y qué opciones habría que son legales en el estado de derecho propuesto. 

Una medida legislativa propone una dramática solución: prohibir los “plásticos de un solo uso en todo local comercial”, o sea los vasos, tazas, cubiertos, platos plásticos desechables que se usan con tanta frecuencia en restaurantes, cafeterías, y fondas.

El Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) sería la agencia encargada de fiscalizar esta ley, y de detectar incumplimientos por parte de negocios. La agencia podría imponer multas de $50 en su primera infracción, $100 en la siguiente y $200 en las posteriores, con una penalidad de 10% cada mes, si la multa no se paga en 30 días.

Como la medida es tan reciente y no han tenido ocasión de estudiarla, ni el DRNA ni DACO tienen una postura oficial sobre la propuesta porque no han podido evaluar la medida, pero la agencia ambientalista adelantó en declaraciones escritas que “toda medida legislativa que persiga la reducción de plásticos será apoyada por la agencia”. 

La medida es de la autoría del representante Joel Franqui Atiles, del Partido Nuevo Progresista (PNP), quien hizo hincapié en que, como dice el proyecto, la gente podrá seguir usando envases, pero estos tienen que ser biodegradables, como ya existen, y no afecten el ambiente.

 “En la unión europea ya adoptaron esta medida. A partir de 2021 se prohíbe el plástico de un solo uso. Vasos, cucharas, tenedores, sorbetos, y yo creo que Puerto Rico, siendo una isla 100x35, donde la industria del turismo, en los arrecifes de coral representan 1 billón de dólares, entiendo que podemos convertirnos en un ejemplo para el Caribe y otros países en ser vanguardistas. Estos son cosas para las que ya tenemos opciones en el mercado. Esto es oferta y demanda pero ya existen las opciones, es cuestión de que en Puerto Ricos se cree la demanda”, dijo Franqui Atiles, electo por el distrito 15 que incluye a Hatillo, Camuy, y Quebradillas.

La exposición de motivos enumera que otros 13 países de América Latina se mueven hacia este tipo de legislación.

Franqui Atiles también es autor de medidas similares como el P de la C. 1433 que prohíbe los envases de poliestireno o “foam” –los que se usan para bebidas como café y batidas para llevar, empaques de huevos o en envases para llevar o “to go”- y el P. de la C. 1746, que elimina los sorbetos. 

La primera medida fue aprobada en la Cámara y desde octubre se encuentra referida a la comisión de asuntos del consumidor del Senado, pero aún no se le ha señalado vista, mientras que la segunda aún está bajo estudio en la Cámara, con un señalamiento de vista pública para el próximo lunes.

¿Golpe al bolsillo de la gente?

La eliminación de estos productos plásticos impacta directamente a negocios como los restaurantes. Aunque la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (Asore) no se ha expresado todavía sobre el PC 1951, ya se ha expresado sobre el 1746 y el 1433, alegando razones como salud por ser “de gran importancia la sanidad alimentaria”, y el costo.

“Las prohibiciones afectan a aquellos comerciantes pequeños que tienen menor capacidad de absorber los costos”, dijo Asore sobre el proyecto de los sorbetos. Y se expresa en términos similares en el de los envases de foam: “para los restaurantes, cuyos márgenes de ganancias son estrechos, la confiabilidad en términos de salud, así como el bajo costo de este producto hacen del mismo uno importante”.

Pero no todos coincide en la visión de que sustituir estos envases plásticos desechables por unos amigables al ambiente es malo para el bolsillo de la gente. 

“Tú puedes ver esto de dos formas, si me va a costar más al comprar o si voy a pagar más por el problema que tenemos con el manejo de los desechos en el país”, dijo el activista en derechos del consumidor Gilberto Arvelo, conocido como Doctor Shoper.

Recordó que cada vez más hay municipios que están cobrando por el recogido de la basura. Si se reduce la cantidad de basura, como puede haber una merma al eliminar la venta de estos envases en los comercios del País, esto puede llevar a que menos municipios cobren por el recogido de basura, o que cobren menos de lo que cobran en la actualidad.

Arvelo dijo que se debe fomentar un cambio de cultura, como ya se ha comenzado con las bolsas plásticas, para que la gente use envases no desechables, como las fiambreras del pasado.

“Esto no es novel, hay medidas similares en Miami, Nueva York, California, es un movimiento por el costo del desecho del plástico, la contaminación que genera… En Nueva York eliminaron los vasos de foam y no se han ido, siguen los mismos McDonald’s, Burger King y Wendy’s”, afirmó Arvelo.

Mientras, Franqui Aquiles entiende que no habría tanta diferencia entre el costo entre el plástico actual de un solo uso y los envases biodegradables. Dijo que no solo hay que calcular el precio actual del sorbeto sino lo que se está cobrando por el manejo de la basura, en algunas ocasiones terminando en la imposición de impuestos.