Como “una cogida de tonto” calificó el presidente del Sindicato de Bomberos Unidos de Puerto Rico, José N. Tirado, la propuesta de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de aumentar en $500, el salario anual de esos trabajadores.  

“La Junta dice que va a dar un aumento a los bomberos de $500 al año; eso sería como $30, al mes. Entonces, le emitió una orden al gobernador (Ricardo Rosselló) que tiene que quitar el bono (de Navidad de $600). Eso significa que lo que vamos a tener son $100 menos del cheques”, argumentó Tirado.

Esa acción, sostuvo, lo “que hace es que te empobrece, no es que te dieron nada”.

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Ayer, la directora ejecutiva de la JSF, Natalie Jaresko, presentó un nuevo plan fiscal -que discuten hoy en San Juan- con aumentos salariales para policías, maestros y bomberos; más dinero para hospitales, el plan de salud Vital y el Negociado de Ciencias Forenses, así como recursos adicionales para becas a estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR), entre otras novedades.

Sin embargo, el ente fiscal se sostiene en la eliminación del bono de Navidad.

Tirado cuestionó si la "Junta se cree que los puertorriqueños no sabemos masticar chicle y caminar a la vez”.

El salario mensual, sin deducciones, de los bomberos es de $1,500 al mes, según salió a relucir hace varias semanas en una vista pública de la Comisión de Seguridad Pública del Senado, que busca alternativas para aumentarles el salario.

Tanto Tirado como los mismos directivos del Negociado de Bomberos dejaron ver la situación de precariedad que enfrentan en las 96 estaciones que hay en la Isla, donde a veces hay un solo bombero por turno.

Al día de hoy hay 1,431 bomberos activos y 403 vacantes.