Camioneros están como el jamón del sándwich con lío de las lanchas
Algunos camioneros entrevistados por Primera Hora llevaban esperando desde las 4:00 p.m. del domingo para llevar sus transportes a las islas municipio.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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CEIBA.- No solo los resientes de las islas municipio están sufriendo el colapso del sistema de transporte marítimo de carga, también los conductores de los camiones que llevan comida, combustible y otros productos desde la Isla Grande a Vieques y Culebra están en el medio de la problemática sintiendo las consecuencias.
Algunos camioneros entrevistados por Primera Hora llevaban esperando desde las 4:00 p.m. del domingo para llevar sus transportes a las islas municipio. Pero aún hoy miércoles no tienen certeza de cuándo culminarán su entrega.
“Estamos en espera, una vez comiencen los viajes tendremos que esperar más, porque se irán por turnos”, comentó resignado Cándido Guzmán, quien espera sentado en su camión a orillas del muelle para llevar suministros de alimentos a Vieques.
Hay quienes como Guzmán residen cerca y pueden esperar largas horas por que salga la embarcación y regresar a sus hogares para volverlo a intentar al día siguiente, lo que de por sí resulta extenuante. Pero, hay otros camioneros que residen en pueblos distantes que deben ir cada día a Ceiba sin saber si completarán su misión, ni a qué hora regresarán a sus hogares.
“No hay esperanza. Esto es cuando ellos decidan. Tenemos que esperar porque tenemos mercancía y virar para Peñuelas con ese camión no era. Si no arreglan la lancha, dejaremos el ‘truck’ aquí y volveremos mañana. Pero esto no es de hoy, esto es siempre”, dijo Miguel Febles, carrero quien ya ha sufrido por la mala planificación de la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM).
“La semana pasada salí de Peñuelas a las 2:00 a.m. porque el viaje era a las 9:30 a.m. y nos vinieron a llevar a las 6:00 p.m. a Vieques. Allá tuvimos que esperar hasta que nos recogieran a la 1:00 a.m. Llegué a casa a las 4:30 a.m. del día siguiente para volver a comenzar”, relató visiblemente cansado de su rutina.
A su vez, hay conductores que si no llegan a su ruta para vender sus productos, no cobran, por lo que estar varados en el terminal de Ceiba implica dejar de devengar su sustento diario y tener que invertir lo que les queda mientras esperan por poder hacer su trabajo.
“Uno está por comisión. Cobramos lo que vendemos. Yo llevo ya dos días sin poder vender ni cobrar nada y gastando dinero aquí parado entre desayuno, agua, picadera y almuerzo”, relató un empleado de una compañía que distribuye comestibles a las islas municipio.