"Te quiero Oscar", escribió hoy la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, en la pared exterior de una celda gris en la que estuvo encarcelada a media mañana como gesto para reclamar la liberación del preso puertorriqueño Oscar López Rivera, quien lleva 32 años confinado en una prisión federal.

Cruz se mantuvo reflexiva y compungida en el interior de la celda y pudo tocar a su esposo Alfredo Carrasquillo, quien estuvo confinado en una celda contigua con su pequeña hija Lucía, por espacio de 15 minutos, como parte de la segunda jornada de encarcelamientos simbólicos para insistir en que López Rivera reciba un indulto del presidente estadounidense Barack Obama.

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Durante su encarcelamiento, Cruz recibió la breve visita de Clarissa López, hija del preso político, quien elogió a la alcaldesa por su valentía y sensibilidad al respaldar a su padre, el prisionero político más antiguo del hemisferio, condenado por defender la independencia para Puerto Rico.

"Es muy fuerte esta privación de la libertad aun cuando uno está acompañado, pero imaginárselo a él 32 años en esa cárcel es duro, en esas limitadas dimensiones. Pude a través de las rejas tocar a mi esposo y a Lucía, pero imaginar esa separación física de su familia reclama un solo grito y es libertad para Oscar ahora", dijo al salir de la celda.

"Ante la injusticia lo único que puede componer de inmediato, porque nunca se va a componer completamente, es que Oscar vuelva a casa ahora", dijo Cruz acompañada del profesor Carrasquillo y de su niña, así como de decenas de sanjuaneros que la aplaudieron por su gesto.

"Oscar López es la gran alianza que necesita Puerto Rico para que nos demos cuenta que la exclusión y la injusticia no tienen colores, no tienen credo, no tienen ideas políticas, ni edad", sostuvo al insistir en el indulto esperado de Obama, a quien elogió por sus acciones justas con muchas comunidades.

Después de Cruz entró a la celda ubicada frente a la alcaldía capitalina Clarissa López, hija de Oscar y posteriormente el pelotero Carlos Delgado.

Delgado fue recibido con aplausos enérgicos al salir de la celda junto al locutor David Ortiz Angleró.

Figuras públicas de diversas ideologías y trasfondos se "encierran" en unas "celdas" ubicada en las plazas de varios municipios y que fueron hechas como réplicas a la que ocupa actualmente López Rivera.