Más allá de la tradicional lucha entre los partidos mayoritarios, el Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD), estas elecciones van a ir a la historia como una en las que se quebró el duopolio de azules y rojos, con tres partidos de minoría, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y el Proyecto Dignidad (PD), que se abrieron paso con números sólidos para quedar registrados por mérito propio y además irrumpir con varios miembros en la legislatura.

Pasada la medianoche, y sin que todavía pudiera declararse un ganador a la gobernación entre Pedro Pierluisi (PNP) y Carlos “Charlie” Delgado Altieri (PPD) por la escasa diferencia de ventaja del primero, lo que sí está claro es que el que finalmente resulte ganador lo hará probablemente con menos del 33% de los votos.

Con más del 92% de los votos contados, Pierluisi apenas sumaba 32.09%, y Delgado 31.19%

Mientras, Alexandra Lúgaro, candidata del MVC, y Juan Dalmau, del PIP, superaban ambos el 14%, en lo que son cifras históricas para estas agrupaciones de minoría.

El doctor César Vázquez, de Proyecto Dignidad, sumaba 7.20% para sumarse a la celebración de los llamados partidos pequeños.

Pero si las cifras de la candidatura a la gobernación dejaban claro que rojos y azules no podrán referirse a ellos como esos partidos que no sumaban suficientes votos para quedar inscritos, los triunfos de verdes, negriamarillos y celestes fueron todavía mayores en la legislatura.

Los tres partidos lograron entrar a todos sus candidatos a legisladores por acumulación, dejando fuera a conocidas figuras del PNP y el PPD.

El Movimiento Victoria Ciudadana que optó por el riesgo de poner en carrera a dos candidatos a representante por acumulación y dos a senador por acumulación, sabiendo que el voto podría dividirse, vio rendir fruto en el respaldo de la ciudadanía, pues Ana Irma Rivera Lassén y Rafael Bernabe estarán en la cámara alta, mientras que Mariana Nogales Molinelli y José Bernardo Márquez estarán en la Cámara de Representantes.

MVC iba camino a sumar una tercera representante, pues Eva Prado tenía ventaja de más de 1,500 votos en el distrito representativo 3 de San Juan, según los números de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) con casi 92% de los votos contados.

Mientras, los candidatos a la legislatura del PIP recibieron también sólido respaldo. María de Lourdes Santiago fue, por mucho, la que más votos recibió para senadora por acumulación y Denis Márquez Lebrón fue el segundo con más voto para representante por acumulación.

Proyecto Dignidad no se quedó atrás. Joanne Rodriguez Veve fue la segunda con más votos para senadora por acumulación, y Lisie Janet Burgos Muñiz también estuvo entre las primeras en la contienda para representante por acumulación.

Y hubo más en contra del bipartidismo en la Legislatura, pues el senador independiente José Antonio Vargas Vidot fue respaldado para un nuevo término.

Siendo el caso que, además, ni el PNP ni el PPD apuntan a lograr una clara mayoría de legisladores ni en Cámara ni en Senado, pues lo que se ve en el horizonte es que muy probablemente tengan que lograr acuerdos y compromisos con las minorías para la aprobación de proyectos, a menos que decidan algún tipo de alianza rojiazul para mantener el control del Legislativo.

Pero no se quedó todo ahí. En términos de alcaldías también se hizo historia en contra del bipartidismo. Pues todo parece indicar que al menos dos no estarán pintadas ni de azul ni de rojo.

Aunque todavía los números no eran finales, todo apunta a que Manuel Natal ganaría la muy codiciada alcaldía de San Juan, para añadirle otra razón más a la noche de celebración de Victoria Ciudadana.

Y al otro lado de la Isla, en el extremo suroeste, un candidato independiente que ni figuraba en la papeleta, Edgardo Cruz, iba primero en la contienda, con unos 80 votos por delante Ismael Rodríguez (PPD) y el incumbente Santos “Papichy” Seda que andaban casi empatados.

En resumen, a partir de mañana, y luego de lo ocurrido en estas elecciones, ya será muy difícil hablar en la política boricua solo de bipartidismo, pues los partidos más pequeños, al menos en este cuatrienio, están para quedarse y hacerse sentir.