Toa Baja. Desde las afueras del edificio verde se escuchaba la algarabía.

“La dueña del swing” resonaba desde el Hogar Doña Ana, en Levittown, en Toa Baja, imposibilitando que doña Carmen se quedara sentada. Con picardía y sazón, movía sus caderas al son del merengue, convirtiendo el área recibidora del hogar en su propia pista de baile. No existía límite alguno, ni edad o impedimento físico.

Esa alegría que vivió doña Carmen, dibujándole una sonrisa en los rostros de sus compañeros del hogar, fue gracias a la Oficina de Compensación y Servicios a Víctimas y Testigos de Delito del Departamento de Justicia, cuyo personal llegó al lugar durante la Semana Nacional de los Derechos de las Víctimas de Delito para orientar al personal administrativo sobre los derechos de los perjudicados y, también, a donar artículos de primera necesidad a los 86 participantes, la mayoría de los cuales sufren de demencia o Alzheimer.

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“Aprovechamos la oportunidad de esta semana para orientar a la ciudadanía sobre los servicios que ofrecemos, tanto en el área de servicio como de compensación. Nosotros en el área de servicio contamos con los técnicos de servicio a víctima que están distribuidos a través de las 13 fiscalías y tienen la función de ser ese apoyo al Ministerio Público en el fortalecimiento de esa víctima, de manera que cuando esa víctima se tenga que enfrentar al proceso judicial esté fortalecida y lista con todas sus necesidades identificadas y atendidas”, detalló la directora de la División, Sheila Miranda, a Primera Hora, al recordar que el personal de su oficina se mantiene activo todo el año visitando albergues con estos fines.

La población envejeciente es una sumamente vulnerable a ser víctima de crimen.
La población envejeciente es una sumamente vulnerable a ser víctima de crimen. (Carlos Giusti/Staff)

El Hogar Doña Ana no alberga a víctimas de crímenes, pero Miranda y su equipo de trabajo aprovecharon la oportunidad para adiestrar al personal sobre los servicios de la oficina, la cual ofrece compensación económica, apoyo psicológico, manejo de crisis, orientación y consejería sobre procesos legales, acompañamiento a tribunales durante los procesos judiciales y coordinación de referidos para servicios gubernamentales a personas que han sido objetos de agresores.

La población envejeciente es una sumamente vulnerable a ser víctima de crimen, recordó Miranda al mencionar las altas cifras de viejitos abandonados en hospitales, que desde el 2017 sumó a 3,763, y la explotación financiera.

Repartiendo alegría

La visita del Departamento no se limitó a una mera charla administrativa, sino que los participantes del Hogar tenían agenda llena: por la mañana los hábiles practicaron ejercicios modificados adaptados, del programa televisivo Exatlón. Luego disfrutaron de la magia del mago MC (Michael Clivilles) hasta que finalmente llegó Alex Colón, mejor conocido como Alex DJ, quien les trajo música y palabras sabias, compartiéndoles la clave para vivir alegres: perdonar a los demás y “trabajar con tu mente”.

Alex DJ compartió con los envejecientes de Toa Baja durante la actividad del Departamento de Justicia.
Alex DJ compartió con los envejecientes de Toa Baja durante la actividad del Departamento de Justicia. (Carlos Giusti/Staff)

Aunque el ambiente era uno feliz, a todo esto, una de las participantes, cuyo nombre no fue revelado, mantuvo una mirada sombría. Murmuraba comentarios a sí misma, como si no estuviera de acuerdo con lo que allí se llevaba a cabo. Empero, bastó con que Miranda se le acercara para que su semblanza cambiara. La señora la invitó a que se sentara al lado de ella para conversar, plática que inició exclamando: “¡Tú sí eres linda!”

“Para nosotros es sumamente importante, porque estas actividades es lo que motiva a los familiares a que vean esa acción del gobierno”, reaccionó la directora del Hogar, Jenniffer Montalvo.

“Es súper importante que el gobierno también se involucre en el servicio que nosotros brindamos”, agregó.

Los derechos de las víctimas

Entre lo que establece la Ley de la Carta de Derechos de las Víctimas y Testigos de Delito (Ley Núm. 22 del 22 de abril de 1988) se especifica que las víctimas tienen derecho a recibir un trato digno y compasivo por parte de los funcionarios y empleados públicos que representen el sistema de justicia criminal durante todas las etapas del procesamiento judicial.

Además, se le garantiza confidencialidad en cuanto a la divulgación de su identidad e información personal.

Asimismo, la Ley exige que toda víctima o testigo deberá recibir los servicios de protección para sí y sus familiares contra posibles amenazas y daños que puedan sufrir por parte del agresor, “su secuaces, amigos y familiares”. De igual manera, será orientado sobre los programas de asistencia médica, psicológica, social y económica y notificado por escrito del desarrollo de todas las etapas del proceso de investigación, procesamiento y sentencia del responsable del delito.

Los derechos también incluyen lograr que el Ministerio Público promueva la rápida ventilación de los casos criminales, sobre todos los de delitos sexuales, maltrato y violencia doméstica, y que la víctima pueda estar presente en todas las etapas del procesamiento contra el criminal. Máxime, los testigos deberán ser respetados por los abogados, fiscales, jueces y funcionarios.

Las víctimas de violación no deberán ser cuestionados sobre su historial sexual y los menores o incapacitados no deberán ser interrogados “sobre el alcance del deber de decir la verdad”, entre otros derechos.

Los menores y menores incapaces o con impedimento, específicamente, no deberán ser expuestos a experiencias que afecten su salud mental y emocional, deberían “ofrecer, cuando las circunstancias así lo justifiquen, su testimonio por las vías alternas disponibles, ya fuere en corte abierta, mediante un sistema televisivo de circuito cerrado o por deposición grabada en cinta video cualquier sistema de grabación confiable”, tendrían que estar acompañados en sala por personal de apoyo mientras prestan su testimonio y se deberá velar por su bienestar.

“No va a estar sola”

Con el fin hacer frente a todo tipo de crimen, Miranda exhortó a la población a denunciar la comisión de delitos y a “que se atreva a radica esa querella y que sepa que no va a estar sola en ese proceso”. De la misma manera, instó a que los que presencien crímenes se presten como testigos y, paralelamente, protejan a las víctimas.

“Es importante que la ciudadanía se integre a este esfuerzo de proteger a las víctimas de delito. Muchas veces somos testigos de un acto delictivo y se nos hace, tal vez, ha ocurrido que grabo un vídeo y lo subo a redes sociales, pero esto no es suficiente para el ministerio público para probar un caso. Así que, nosotros necesitamos de la ciudadanía que colabore con nosotros, que participen durante ese proceso judicial como testigos, porque ciertamente es necesario. Muchas veces tenemos víctimas vulnerables y están en este proceso traumático y se les hace muy difícil enfrentar el proceso”, instó.