Los contagios de COVID-19 en las cárceles del país han llegado a uno de sus puntos más críticos durante toda la pandemia, luego que el Departamento de Salud reportara que para el 12 de mayo había 807 infecciones confirmadas, y de estas 666 son entre confinados y 141 entre empleados.

La situación ha provocado que de inmediato se hayan puesto en cuarentena e impulsado suspensiones de visitas y actividades deportivas, culturales, recreativas y educativas en varias facilidades correccionales, entre estas en la institución 501 (Bayamón), el centro de Ingreso y Diagnóstico y Clasificación 705 (Bayamón), en el Centro de Detención 1072 (Bayamón), así como en la institución correccional Guerrero (Aguadilla) y el Centro de Ingreso Diagnóstico y Detención 676 (Ponce).

“El resto de las instituciones recibe visitas, no contacto, de 30 minutos y solo para dos personas”, informó mediante comunicación escrita a Primera Hora, Yvonne Guadalupe, la portavoz de prensa del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).

Además, tan pronto como este lunes se cancelarían las brigadas de ornato y embellecimiento del Centro de Detención del Oeste, el Centro de Detención Bayamón 1072 y la cárcel Guerrero, de Aguadilla.

Estas medidas de prevención se unen al “lockdown” que la secretaria del DCR, Ana Escobar, ordenó desde el 27 de abril en la cárcel Bayamón 501, donde se han reportado más de 120 reos y 17 empleados correccionales enfermos. Sin embargo, es en la Bayamón 1072 donde se han registrado casi 300 casos de la enfermedad.

En un periodo de 15 días las infecciones por coronavirus en las cárceles de Puerto Rico aumentaron de 195 a 666. Además, el número de empleados contagiados aumentó de 123 a 141. Actualmente, hay 34 brotes activos.

Este sería uno de los episodios de brotes que más contagios ha provocado el virus del SARS-CoV-2 en la población correccional, donde durante la crisis sanitaria -que inició en marzo de 2020- han fallecido cuatro oficiales y cinco confinados por complicaciones relacionadas a la enfermedad. La víctima más reciente fue la de un reo de 76 años -con la serie primaria de vacunas (dos dosis)- quien murió hace una semana. El individuo pertenecía a la institución 500 del Centro Correccional de Ponce y se encontraba en el Centro Médico Correccional de Bayamón recibiendo tratamiento clínico.

Entre octubre y noviembre de 2021 la agencia enfrentó una gran crisis de contagios por COVID-19 entre confinados donde se vieron afectados 686 reos y 12 empleados de Corrección. Posteriormente, entre diciembre y enero hubo brotes entre empleados cuando se llegaron a afectar simultáneamente 47 oficiales correccionales y 24 empleados civiles, algo que no había ocurrido en dos años de pandemia.

La secretaria de Corrección había explicado a este diario que la situación en alza de contagios, tanto entre confinados como entre empleados, provocó que se establecieran turnos de 12 horas en algunas instituciones, incluidas la Ponce 676, Ponce 1000 y Guerrero en Aguadilla, donde los problemas de contagios se han desatado entre el personal.

Respecto a las nuevas guías sobre aislamiento y cuarentena por COVID-19, que fueron flexibilizadas este fin de semana por parte del secretario de Salud, Carlos Mellado, aun no se ha informado públicamente las determinaciones de acción a seguir en las cárceles, las cuales son escenarios complejos debido a su naturaleza de confinamiento.

Según Guadalupe, ante las nuevas medidas hoy, lunes, se llevaría a cabo una reunión entre el equipo médico asesor del DCR y el Departamento de Salud “para impartir nuevas directrices”.

“La semana pasada también se reunieron y emitieron medidas estrictas para evitar y controlar el COVID -19 en las Instituciones”, señaló.