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Las personas que participan desde el mediodía de hoy de una protesta en contra la reforma laboral, se mantienen cercanas al Capitolio gritando consignas en repudio de la medida legislativa.

Los manifestantes, muchos de ellos jóvenes y varios encapuchados, fueron creciendo en número, pero al filo de las 2:30 p.m. disminuyó. El grupo comenzó su protesta en el lado sur de la Casa de las Leyes, pero luego se movió a uno de los anexos, cuyas puertas de cristal estaban cerradas.

Sin embargo, al notar la presencia de policías en el interior, se desplazaron nuevamente hacia la entrada del lado sur del Capitolio.

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Actualmente, la Unidad Motorizada de la Policía está en el lugar.

En la protesta, que contó con la presencia de la alcaldesa capitalina Carmen Yulín Cruz Soto y el exaspirante a la gobernación por el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) Rafael Bernabe, se escuchaban estribillos que decían: “Nosotros, el pueblo queremos trabajar, por eso no va la reforma laboral”, “No queremos Promesa ni reforma laboral” y “La reforma laboral, atropello patronal”.  

“Hay que hacer ajustes, hay que hacer cambios, pero realmente seguir apretando las personas que mueven la economía… eso va a crear una debacle en el consumo local”, dijo Robert Soto, de 46 años, al criticar los cambios propuestos por la reforma laboral.  

Por su parte, Rafael Bernabe dijo que “nosotros pensamos que esta reforma laboral va a tener tres consecuencias: uno, va a empeorar los niveles de vida de la clase trabajadora en Puerto Rico, que es la mayoría del país; en segundo lugar, va a enriquecer a algunos patronos y va a aumentar, por lo tanto, la desigualdad en nuestro país sin que tenga ninguna consecuencia positiva para el desarrollo económico”.

La actividad fue convocada por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano y otras entidades, como Coalición Sindical, Educamos, MUS y PIP. 

También se manifiestan los trabajadores sociales

El Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico (CPTSPR) se sumó a las organizaciones que se manifestaron hoy contra el proyecto que establece la Ley de Transformación y Flexibilidad Laboral.

“Desde el fundamento del trabajo social, cualquier proyecto que tenga como propósito, eliminar derechos, no puede ser vista como positiva”, expresó el profesor Larry Emil Alícea Rodríguez, presidente de la organización.

“Primero que todo, no hay relación alguna entre quitarle derechos laborales a los empleados del sector privado y que eso ayude a pagar la deuda o que el gobierno aumente sus recaudos. Como tampoco establece garantías u obligaciones de que las nuevas ganancias en las empresas sean para la creación de empleos. Otra de las grandes deficiencias de la medida es que tampoco define entre negocios pequeños y grandes. Puede ser una compañía millonaria y aun así acogerse a reducirle derechos a sus empleados”, explicó.