Amparados en el derecho de admisión que les concede la ley, un grupo de dueños de restaurantes y barras en Puerto Rico han optado por solicitar a sus clientes mostrar sus tarjetas de vacunación contra el coronavirus, esto en respuesta al llamado que, recientemente, les hizo el gobernador Pedro Pierluisi para que emularan los esfuerzos del gobierno en su afán por acelerar la inoculación contra el COVID-19 en la isla.

Mientras, la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE), aclara que aunque apoyan al gobernador en sus gestiones para erradicar la pandemia, no se debe considerar una obligación el requerimiento de vacunas a comensales y así quieren discutirlo en una reunión que solicitaron con urgencia y les fue conferida para el lunes en La Fortaleza.

“Nosotros nos vacunamos para protegerlos a ustedes, ahora ustedes vienen vacunados y nos protegen a nosotros. Así podemos eliminar la amenaza del COVID-19 y la (variante) Delta”, lee un comunicado dirigido a los clientes del restaurante Bocata, en Humacao, establecimiento que desde el domingo, 7 de agosto exige a todos los comensales -hábiles para vacunarse- que presenten evidencia de haber completado el proceso de inoculación contra el virus.

Esto será sin excepción de persona... es un deber social y moral hacer esto. No es discrimen, es todo lo contrario. Un grupo pequeño no puede discriminar contra el resto de la comunidad. Esto tiene que ver con la salud del pueblo. Es un asunto que hacemos por convicción, más allá de lo que haya anunciado el gobernador”, expresó a Primera Hora el propietario del restaurante, Juan Campillo.

De hecho, destacó que el 99% de los clientes acogió “favorablemente” la nueva disposición, mientras que “siempre hay dos o tres que reniegan de la realidad”.

Aclaró, que los menores de 12 años -los cuales no han recibido autorización para vacunarse- pueden entrar a las facilidades siguiendo todas las medidas de prevención, las cuales incluyen uso de mascarilla y distanciamiento físico.

“Los que no estén de acuerdo, simplemente, no lo auspicie y en eso estoy de acuerdo. Pero la gran mayoría se sienten en un ambiente cómodo y seguro. No voy a cambiar de parecer, me ratifico 100% en la decisión que hemos tomado y sé que vendrán más restaurantes tomando esta decisión que ya estamos viendo que están imponiendo en sitios como Nueva York”, expresó Campillo.

El pasado jueves el Primer Ejecutivo hizo extensivo a los empleados del área de la salud y a los clientes de hospederías turísticas la obligatoriedad indulgente de la vacunación -la ciudadanía tiene la opción de presentar prueba negativa de COVID-19 o alguna justificación médica o por convicción religiosa certificada y bajo declaración jurada- a partir del 13 de septiembre.

En cambio, dejó a discreción de cada restaurante solicitar la tarjeta de vacunación a sus comensales, aunque la exhortación fue emular las gestiones del gobierno. De hecho, advirtió que las autoridades estarían pendientes del comportamiento en estas facilidades y de surgir un alza en contagios podría retornar a limitar el aforo y los horarios a los comercios.

Ante el anuncio del gobierno, poco más de una decena de restaurantes, como Bocata, expresaron a través de redes sociales que a partir de esta semana requirirán la tarjeta de vacunación a sus clientes. Otros, como el restaurante Santaella, en la Placita de Santurce, habían tomado la determinación en semanas previas.

Por ejemplo, Tijolos Bar, en Mayagüez, se unió al pedido y no dejarán entrar a ningún cliente que no esté inoculado contra el COVID-19.

“Genuinamente, lo hicimos por el bien de los empleados, porque Tijolos es una barra donde comúnmente no hay mesas que dividan entre clientes. Así que esta es una medida para proteger a los clientes, pero también para proteger a nuestros empleados y sus familiares”, explicó uno de los propietarios, Gabriel Curet.

Aseguró que la mayoría de los clientes “han entendido” y es una “minoría” los que están en contra.

“Son medidas bien pensadas y que se toman pensando en el bienestar de todos”, subrayó al agregar que el establecimiento estuvo inoperante durante un año y tres meses, por lo que “estamos haciendo todo lo posible por permanecer abiertos”.

El restaurante La Chomba (Metro), ubicado en Guaynabo, también se unió a los comercios que solicitan evidencia de inoculación entre sus visitantes, según explicó Joshua Dieppa, al indicar que el requisito surgió antes de que el gobernador hiciera la solicitud voluntaria a la industria de alimentos.

“Al final, esto es por la seguridad de todos”, dijo sobre el comercio que emplea a entre ocho a 10 personas.

Destacó que, en el caso de La Chomba, los clientes que no están vacunados, son ubicados en una terraza y se les exige el uso de mascarillas constante, excepto cuando ingieran alimentos.

“Ha habido buena reacción del pueblo... creo que funcionará”, sostuvo.

Entre los comercios que están pidiendo el certificado de vacunación son: Manas Gastrobar, Cinco de Mayo, Cabra Tostá Coffee House, Luisa, Pío Pío, Marullo, De La Vida y El Negocio de Panchi.

Asore se reúne en La Fortaleza

Para el expresidente de ASORE, Ramón Leal y el director ejecutivo de la Asociación, Gadiel Lebrón, es importante aclarar a la ciudadanía que si bien la organización no se opone a que haya comercios que requieran la vacunación entre sus clientes, sí les preocupa que sea una obligatoriedad que vaya a perjudicar a algunos dueños de negocios que no cuentan con empleados para realizar la tarea de verificar documentación entre comensales.

Ambos sostienen que ASORE ha apoyado al gobierno desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 estableciendo protocolos para prevenir contagios en los establecimientos de la industria de alimentos.

Sin embargo, exponen que la crisis provocada por la emergencia de salud ha desatado un problema de empleomanía que impide a algunos dueños de negocios implementar protocolos adicionales.

Básicamente, los que han solicitado la vacuna son restaurantes de mantel blanco, no es el restaurante típico de comer hamburger, pollo frito o pizza. Y no nos oponemos, pero la realidad es que hay cafeterías, otros pequeños restaurantes, que no tienen personal para que esté todo un turno verificando este asunto de la vacunación”, sostuvo Leal.

Por su parte, Lebrón dijo que ante la preocupación solicitaron mediante misiva una reunión con el gobernador y con el secretario de Salud, Carlos Mellado.

“Lo que queremos es reunirnos y atender el tema con diferentes soluciones. Hace unos minutos llamó la secretaria de la gobernación, Noelia García, para confirmar que mañana nos recibe a la 1:00 de la tarde”, expresó al agregar que de la reunión podrían participar el secretario de Salud y el del Departamento de Desarrollo Económico (Manuel Cidre).

Según datos de ASORE en Puerto Rico había antes de la pandemia unos 4,008 restaurantes. “Nuestras encuestas han sido constantes... estimamos que el 20% terminarán cerrando a causa de los estragos de la pandemia. Estas son cosas que se deben tomar en consideración al tomar decisiones. La situación económica es difícil para muchos”, dijo Lebrón.

Acogido el VacuPass

Un denominador común entre la mayoría de los comerciantes que están solicitando como requisito de pase la vacunación es que tienen disponible para los clientes el VacuPasss, una plataforma en línea que le permite a los ciudadanos, por un costo razonable, digitalizar su tarjeta de vacunación contra COVID-19 y recibir a cambio un QR Code que será escaneado a través de filas “fast pass” en establecimientos participantes. También se está utilizando como requisito para entrada a eventos deportivos.

El fundador de VacuPass, Luis Miguel Bertrán, explicó que, actualmente, hay cerca de 3,000 ciudadanos que han adquirido la digitalización de su tarjeta, al igual que unos 15 establecimientos se han unido a la iniciativa de utilizar este mecanismo en sus entradas.

Bertrán explicó que los interesados deben suscribirse a través de http://www.vacupasspr.com donde deben subir una identificación válida, la tarjeta de vacunación y otra información básica que les permitirá validar la veracidad del certificado con los datos provistos en la plataforma Puerto Rico Electronic Immunization System (PREIS) del Departamento de Salud. En esta tarea reciben el apoyo de personal de la Ponce Health Science University.

Son unos procesos que permiten verificar que esa tarjeta es real y no es fraudulenta. Eso le da una garantía también a los establecimientos”, expresó el joven ingeniero mecánico que comenzó a idear la plataforma hace un año junto a otros profesionales.

Actualmente, este es el mecanismo de verificación que utilizan los equipos de Bayamón y Carolina, del Baloncesto Superior Nacional.

De hecho, la compañía es una de varias que presentó propuestas a la Oficina de Innovación y Servicios de Tecnología (PRITS, por sus siglas en inglés) para identificar a las personas que ya se han vacunado en Puerto Rico, creando una especie de pasaporte de vacunación.