El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Nery Adames, dijo hoy, martes, que la agencia a su cargo desplegó una treintena de inspectores a unas 300 gasolineras para verificar los precios del combustible antes y después que entró en vigor el nuevo impuesto a ese producto.

El funcionario estimó que debido al nuevo tributo, denominado popularmente como “la crudita”, la diferencia que se ha reflejado hasta el momento en el bolsillo de los puertorriqueños, es de un centavo.

Adames precisó que los inspectores del DACO visitaron gasolineras el jueves y viernes de la semana pasada, antes de que entrara en vigor el impuesto, pero también inspeccionaron ayer, lunes y hoy, martes, los mismos establecimientos comerciales.

“Afortunadamente para el país coincide la entrada en vigor de la crudita con una baja en los precios del petróleo a nivel internacional, con una baja del precio de la gasolina”, dijo Adames, quien también recordó que usualmente en el mes de marzo suben “un poco” los precios del combustible.

Dijo que esta alza se debe a que en marzo “están en mantenimiento las refinerías, cambian en Estados Unidos, la gasolina de invierno a la de verano, pero afortunadamente, los abastos de petróleo están altísimos”.

Explicó que el precio del barril se mantuvo dos semanas y media en unos $44.

“Ahora mismo estamos estimando que en el bolsillo del consumidor lo que ha habido es una diferencia tal vez de un centavo”, recalcó el titular del DACO.

En cuanto a los resultados del operativo, dijo que se tabularán entre hoy, martes y mañana, jueves. “Hasta ahora no hemos visto esa tendencia de que estuvieran cobrando más por la gasolina, pero el jueves o viernes voy a tener los números con certeza”, agregó.

Indicó que las 300 gasolineras que visitó el DACO son una muestra de unas mil gasolineras que están registradas en la agencia en todo el país. “De esas mil se hizo un muestreo representativo del universo por el economista del DACO”, sostuvo Adames.

Sostuvo que no solamente están examinando el precio de la gasolina que se anuncia al consumidor, “sino que se le exige la factura para compararla con el precio y así saber cuándo fue la última vez que adquirieron gasolina y a qué precio para hacer la comparación y determinar si están implementando ya el arbitrio o no”.