El Negociado de Energía de Puerto Rico emitió una resolución en respuesta a una petición de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), y la empresa AES, que opera la planta generadora de energía a base de carbón en Guayama, que autorizaría enmiendas al contrato de generación, que podrían tener un impacto aproximado de unos $185 millones en la factura de los abonados durante los próximos cuatro años.

“La autorización de las enmiendas, aunque aumenta el costo de esta operación para los abonados, implica un cambio menor de $185 millones durante el mismo periodo de cuatro años”, reconoció el Negociado en el documento de 33 páginas.

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Aunque no especificó que se trate de un salvavidas económico a AES, debido a los costos que representa para la empresa cumplir con las condiciones del contrato que originalmente firmó, y que establecía que debía disponer de las cenizas de carbón fuera de la Isla, en el documento se explica que las enmiendas al contrato fueron propuestas “luego de que AES alegara que varios cambios en el ordenamiento jurídico de Puerto Rico, aumentaron los costos de operación de la planta. De igual forma, AES alegó que el contrato existente no le permitía recuperar los gastos necesarios de operación de la planta dados los niveles de eficiencia térmica (heat rate) a los que corre la planta. Estos problemas inciden sobre la viabilidad económica de la planta, afectando el flujo de efectivo de AES, y poniendo en precario la continuidad de su operación”.

Algunos de los argumentos esbozados en la resolución para justificar las enmiendas al contrato, que se traducirán en otro aumento al costo de la energía eléctrica, son que “si AES dejara de operar en el corto plazo producto de la insolvencia de la empresa, el costo para los abonados de la Autoridad alcanzaría un total de $900 millones, durante los próximos cuatro años, en gastos adicionales producto de la necesidad de quemar combustibles más caros”.

“El Negociado de Energía también se dirigió a los problemas de confiabilidad del sistema eléctrico que implicaría el retiro temprano de la planta de AES producto de una insolvencia. De darse esta posibilidad, el Negociado proyecta que habría un déficit adicional de reserva de generación hasta al menos finales del 2027 y aumentaría la tasa de expectativa de relevos de carga (loss of load expectation)”, reza también un comunicado emitido por el organismo.

En el comunicado se indica, además, que “el Negociado determinó que es razonable permitir un ajuste en el contrato para reflejar un aumento en el heat rate, pero insistió en que cualquier incremento debe mantenerse dentro del promedio de la industria de los últimos cuatro años, es decir, 10,620 Btu/kWh neto”.

Según el Negociado, esto porque “a lo largo del contrato, el heat rate aplicado no le permitió a AES recuperar plenamente sus costos operativos, en particular los costos de combustible. Aun así, se destacó que la planta de AES ha operado con un heat rate que se alinea con los estándares de la industria durante la última década. Además, se tomó en cuenta que ciertas condiciones operativas de la planta podrían ser atribuibles a acciones de la Autoridad, incluyendo el mantenimiento postergado”.

“El Negociado sí avaló que se continúe una negociación de buena fe entre las partes, enfatizando que cualquier acuerdo debe establecer que la generación renovable estará disponible en o antes del 31 de diciembre del 2027 para así sustituir parte de la pérdida en la capacidad de generación de Puerto Rico cuando se retire la planta actual de AES”, concluye el comunicado, en el que no se detalla de cuánto sería el impacto neto de estas enmiendas al contrato sobre la factura individual de los abonados residenciales y comerciales, ni tampoco cuando comenzarían a regir las mismas.

Primera Hora contactó a un recurso de prensa del Negociado para obtener una reacción sobre esta resolución, pero no se había recibido una respuesta. Igualmente, se intentó contactar al representante del interés público en el ente, Tomás Torres Placa, pero los mensajes no han sido respondidos.