La secretaria del Departamento de Energía Federal, Jennifer Granholm, anunció ayer que unos $450 millones, de los $1,000 millones que asignó el año pasado el Congreso de los Estados Unidos para crear un sistema resiliente de energía para la Isla, serán destinados para proveer sistemas de energía fotovoltaicos con almacenamiento para beneficiar comunidades y organizaciones con y sin fines lucro.

En un foro para abundar sobre las oportunidades de financiamiento disponibles, Granholm aprovechó para hablar del progreso que, hasta el momento, ha tenido la Isla rumbo a cumplir la meta de que la producción energética en Puerto Rico sea 100% con energía renovable para el 2050.

“Sabemos que el progreso se está dando, pero no es suficiente”, sentenció la secretaria.

Mencionó que para septiembre del 2022 solo había 83 proyectos energéticos encaminados y ahora la cifra ha subido a 420.

Además, la funcionaria federal habló de la ola de calor que ha afectado a Puerto Rico y que, por ende, ha propiciado que haya una mayor demanda de electricidad.

“Vamos a darle prioridad a los vulnerables. ¿De qué estamos hablando? Hablo de personas con discapacidades que dependen de aparatos eléctricos”, afirmó Granholm.

Eric Britton, gerente de proyectos del Departamento de Energía federal, dio detalles de quiénes se beneficiarían de los $450 millones. Se trata de personas con problemas de movilidad o sin acceso al internet y de bajos ingresos.

El Departamento de Energía federal procesa las solicitudes de ayuda a través de su página electrónica.

“El mercado funciona súper bien para aquellos que puedan costearlo (sistema de energía fotovoltaicos). Entonces, centrémonos en aquellas familias que actualmente estén desprovistas de soluciones”, sostuvo Britton.

“El fondo completo (los $450 millones) se va a dividir en, al menos, dos rondas. Estamos lanzando la primera ronda hoy (ayer) enfocada en hogares unifamiliares. Una ronda futura puede tener un alcance más amplio centrada en inversiones a nivel comunitario como soluciones para edificios multifamiliares”, agregó.

Indicó que buscan aumentar la “resiliencia energética en hogares vulnerables”. Precisó que se trata de familias con discapacidades, que dependen de aparatos electrónicos o ambas cosas.

“Estamos apostando a impactar entre 30,000 a 40,000″, dijo Britton.

Además, dijo que buscan reducir el gasto de una familia en energía y apoyar el crecimiento de la fuerza laboral.

Desglosó el financiamiento en tres “áreas temáticas”. La primera es para instalar placas solares y sistemas de almacenamiento de energía en techos de residencias usando hasta $400 millones de los fondos federales y con entre dos a cinco proveedores. Otros $40 millones serían para beneficiar a comunidades a través de organizaciones sin fines de lucro y cooperativas eléctricas. Los restantes $10 millones serán para educación, formación y protección al consumidor con organizaciones con y sin fines de lucro, instituciones educativas y entidades del gobierno local.

Las solicitudes serán recibidas hasta el 18 de septiembre y la selección será hasta finales de octubre, dijo Britton. Añadió que para el invierno de este año y hasta la primavera del 2024 se trabajará en una fase de planificación.

Destacó que habrá un “premio” de $3.5 millones para lo que se denominó como “embajadores de energía solar” que puede ser para hasta 20 organizaciones sin fines de lucro y organizaciones comunitarias que deben identificar hogares que cualifiquen para la subvención y les ayuden con el proceso de solicitudes.

El gobernador Pedro Pierluisi, por su parte, se mostró complacido con el anuncio de Granholm y aprovechó para hablar de algunas de las iniciativas que ha encaminado. Destacó la adquisición de once nuevas unidades peaking con una inversión aproximada de $600 millones.

“En el tema de la energía distribuida, ya hay más de 86,300 sistemas solares privados interconectados a la red eléctrica y 9,000 residencias serán impactadas con el programa de resiliencia energética de los fondos CDBG-DR”, comentó Pierluisi.

Entretanto, la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, destacó que luego de los huracanes Irma y María, ambos ocurridos en el 2017, “lo más difícil siempre es conseguir los fondos para hacer que las cosas pasen”. Precisamente, “hacer que las cosas pasen” es una frase que desde hace meses ha estado usando el gobernador para hablar de su administración.

Además, González lamentó que en la Isla hayan continuos apagones, una realidad que previamente había reconocido en su alocución el primer ejecutivo. De hecho, Granholm mostró una gráfica en la que Puerto Rico está 570 interrupciones eléctricas por encima del promedio que hay en Estados Unidos.

“Me alegré mucho que por lo menos se sepa la diferencia y lo que viven los puertorriqueños con respecto a su sistema energético. Creo que esa extrema inestabilidad de su sistema energético pone en riesgo la salud, el desarrollo económico y ciertamente la manufactura”, sentenció la exrepresentante.

“Sin esa estabilidad no hay planta que uno pueda poner en su casa que pueda dar estabilidad y certeza a una persona de que cuando llegue a su casa pueda tener luz”, agregó.