Al cierre de los portones en la escuela superior Gabriela Mistral, en Puerto Nuevo, a las 3:00 de la tarde, todavía quedaba un considerable grupo de electores que esperaban para ejercer su derecho al voto.

Unos impacientes y otros relajados, hablaban entre sí sobre cómo no abandonarían las filas hasta asegurarse de emitir el sufragio.

"Es la primera vez que voto aquí y el proceso ha sido rápido", dijo Raúl Díaz. "Estoy muy contento con el sistema porque, al menos esta fila ha corrido con normalidad", agregó. 

Pero, no todos estaban tan contentos como Díaz. Para José Rodríguez Collazo, el sistema de escrutinio electrónico "ha hecho esto más lento de la cuenta y ni siquiera sabemos si al final del día podremos confiar (en el sistema)”, afirmó. 

A pesar de que la escuela contaba con tres funcionarios por colegio, las filas estaban abarrotadas pasada la hora de cierre, incluso hubo gente que se quedó sin votar.

Sobre la participación de electores, Melania Ruiz, funcionaria de colegio, expresó que ha sido mucho más activa que en elecciones anteriores. 

"Creo que Puerto Rico tiene sed de cambio", exclamó Ruiz. "Ahora resta que la voz del pueblo se cumpla aunque no necesariamente sea la realidad que queremos vivir", puntualizó.