Los actos oficiales de la conmemoración de la Independencia de Estados Unidos, realizados en el patio interior de la sede del Departamento de Estado, se dedicaron a los veteranos del Regimiento 65 de Infantería, mejor conocidos como Borinqueneers.

 “Son héroes, por su coraje, por su valor, por su entrega, por su devoción a las causas de la libertad”, expuso el gobernador Alejandro García Padilla en su mensaje, tras el cual entregó reconocimiento a los cerca de 50 veteranos borincanos presentes, cuya unidad recibió el máximo honor civil en Estados Unidos en junio pasado, cuando se les confirió la Medalla de Oro del Congreso, unos 60 años después de su gesta militar en la Guerra de Corea.

 Tanto García Padilla como el secretario de Estado, David Bernier, hablaron sobre la discriminación a la que fueron sometidos los militares puertorriqueños aun cuando cientos de ellos entregaron vida, libertad e integridad física en la lucha bélica.

“Sufrieron el desprecio de algunos de sus supervisores, que frecuentemente los enviaban a las misiones de más alto riesgo”, relató García Padilla, quien en un aparte posterior con la prensa indicó que la relación "voluntaria", "especial" y "de afecto" con Estados Unidos hace que también hoy celebremos en Puerto Rico la independencia de ese país.

 Durante el discurso del gobernador, en el que detalló la crudeza de la lucha a bayoneta y cuerpo a cuerpo que los Borinqueneers tuvieron que emprender, los rostros de algunos de los veteranos, con la mirada fija en el suelo, revelaban que estaban repasando los recuerdos de haber sido enviados al frente de la batalla, incluso sin suficiente abrigo para encarar las condiciones invernales en las montañas de Corea.

 Bernier usó esta historia del Regimiento para formular una analogía con la situación actual de Puerto Rico.

“Nadie puede negar que enfrentamos como pueblo uno de los más grandes desafíos en nuestra historia. Como los conflictos bélicos en que participaron nuestros Borinqueneers, las causas tienen múltiples factores y la responsabilidad es compartida. Por acción u omisión, todos hemos aportado a colocar a nuestra patria en tan difícil coyuntura, por lo que debemos todos hacernos disponibles para levantarla”, expuso el secretario de Estado.

A su juicio, sin importar los problemas que hoy afronte el País, “jamás se compara con aquellas colinas coreanas rodeadas de muerte que nuestros condecorados Borinqueneers no vacilaron en remontar, en apego riguroso a su determinación de cumplir con su deber”.

 “Por más ceremonias que hagamos, por más medallas que se le entreguen, no existe medalla, no existe actividad de protocolo que recompense total y adecuadamente todo lo que los integrantes de 65 de Infantería han aportado”, admitió – por su parte - el gobernador, antes de saludar a cada uno de los veteranos presentes.

 “Para ellos, mi aplauso y el aplauso de todos los puertorriqueños y las puertorriqueñas”, manifestó entre aplausos.

“Combatamos con la misma fuerza que lo hizo el 65 de infantería, hasta triunfar”, concluyó García Padilla.