La Federación de Maestros de Puerto Rico y la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (Únete) denunció este martes un alegado patrón de persecución a maestros en tres escuelas públicas de Salinas, Luquillo y Corozal.

Aludieron a que supuestamente el Departamento de Educación ha enviado cartas indicándoles que pueden ser destituidos o revocárseles sus certificaciones por participar en protestas. Esta acción fue descrita por el liderato de las organizaciones como una “amenaza”.

No obstante, el portavoz de prensa la agencia, Alex Ramos, remitió a Primera Hora unas declaraciones escritas en las que estipuló que “el Departamento de Educación tiene que garantizar el derecho constitucional de los estudiantes a la educación. Los casos que mencionan estas organizaciones bonafide están relacionados a que empleados del DE impidieron el acceso a los estudiantes a las escuelas. Por ende, hay querellas que se están investigando”.

Entre las escuelas que la Federación y Únete incluyeron en el grupo fue la escuela superior Stella Márquez de Salinas, se indicó en un parte de prensa.

"Padres y madres de la escuela Stella Márquez de Salinas vienen luchando hace varios años para que se remueva a la directora escolar, Arleen Santiago. El primer día de clases, 12 de agosto, los estudiantes no tenían definido su programa de clases, ni su salón hogar y los maestros no tenían sus programas de trabajo. Realizaron una protesta a la que se unieron más de 25 miembros de la facultad. Tras la protesta, la directora regional se reunió con la comunidad escolar y reconoció la necesidad de reubicar a la directora escolar y delegó en su personal administrativo para asistir en la organización de la escuela. Pero, a pesar de validar los reclamos de los maestros, maestras y la comunidad escolar, les enviaron cartas amenazándolos con destituirlos y revocarles sus certificaciones", explicó Liza Fournier Córdova, presidenta de Únete.

La otra escuela es la superior Isidro Sánchez de Luquillo. Allí, siete maestros recibieron una querella esta pasada semana por haberse unido a una protesta de la comunidad escolar sobre las condiciones insalubres del plantel.

"El Departamento de Salud clausuró 22 salones de esta escuela después de reportarse una plaga de ratones. Se pretendía que los maestros y estudiantes se reubicaran en los 15 salones restantes que no tenían cupo para ellos. Los padres y madres convocaron a una protesta y el Región Educativa de Humacao les envió una querella a los maestros que se unieron a los reclamos", señaló Noelanie Fuentes, representante de área de la Federación.

La tercera escuela es la José Padín de Corozal, donde más de 30 maestros recibieron querellas por supuestamente reclamar ante la Región Educativa de Bayamón que no se desmantelara la organización escolar y se declarara excedente a un grupo de maestros.

"Los maestros y maestras fueron a la Región Educativa a defender la organización escolar del plantel. Esta permitía un programa innovador que daba énfasis especial a las Bellas Artes y que había sido aprobado por el propio Departamento de Educación. Por sus gestiones en pro del bienestar académico de los estudiantes los educadores enfrentan una querella", denunció Edna Meléndez, de la Federación de Maestros.

Tras dar a conocer los casos, la presidenta de la Federación, Mercedes Martínez Padilla, indicó que todos los casos demuestran el patrón de persecución que denuncian.

"Los casos contra los maestros de estas tres escuelas definen una política de persecución de la agencia hacia quienes defienden los derechos de maestros y estudiantes a unas condiciones dignas de estudio y trabajo. El secretario Eligio Hernández debe intervenir en esta situación y las querellas contra los educadores deben ser retiradas. Lejos de ser castigados, estos maestros merecen destacarse como ejemplos por defender la educación y unas mejores condiciones académicas para sus estudiantes", reclamó.