Alexandra Lúgaro no es una femme fatale, es una “mujer valiente”.

A esa conclusión llegó Fabiola Meléndez tras investigar las   entrevistas a la candidata independiente a la gobernación en el 2016  que evidenciaron un  sexismo que la descalificaba y subestimaba.

El estudio “El fenómeno Alexandra Lúgaro: La Femme Fatale en la política puertorriqueña”,  provoca al lector a que piense  en cómo se le descalificó y subestimó  por ser mujer.

“Nadie cuestionó cuando le preguntaron: ‘Mira, te gusta… el perfume que tengo puesto’. Nadie hizo nada...  Pero por qué la pregunta a ella y no al otro candidato”, dijo Meléndez al ejemplificar el prejuicio que  ocurre cuando se discrimina a las personas por razón de sexo.

Otras  interrogantes  son: si ella misma se peinaba, por qué se le habían aguado los ojos, por qué entró a la política a pesar de tener familia y una vida tranquila, y si además de una cara bonita tenía algo que ofrecer, se expone en  el trabajo presentado  en  el Congreso Nacional de Comunicaciones de la Universidad de Puerto Rico, en  Río Piedras,  donde llegó de sorpresa  Lúgaro, quien coincidió con sus resultados.

“Educamos a nuestra niñas para que estudien... pero cuando vemos una mujer que lo está haciendo... le buscamos las cinco  patas al gato”, afirmó Lúgaro.

  Comentó  que hubo  gente que la juzgó por su foto de lanzamiento o  por ser mujer divorciada y tuvo que enfrentar otros  comentarios sexistas relacionados, por ejemplo,  con su traje de baño.

“No cuida su hogar y quiere ser gobernadora”, fue uno de 'los comentaarios, recordó.

 Explicó que hay unas “construcciones de género” sobre cuál debe ser el papel social de una mujer, y cuando se desafían “hay un choque”.

  Por ello reclamó  que no se le enseñe a los menores que existe un conflicto entre la maternidad y la  profesión porque “ambas se pueden complementar”.

“Que no se subestime a una mujer por si apariencia física”, planteó Lúgaro.