¿Dónde están las 500 pruebas rápidas de COVID-19 que supuestamente repartió el Departamento de Salud?

El oncólogo Fernando Cabanillas cuestionó hoy la distribución de estas pruebas, que se han convertido en eje de una controversia que es investigada por la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes y que, al parecer, fue una de las razones para el despido fulminante de la exasesora del Departamento de Salud, Mabel Cabeza.

“Eso es un enredo. Primero dijeron que tenían 900 de las llamadas pruebas rápidas de las cuales Mabel Cabeza distribuyó 500, y la asignación que hizo a cada región me pareció bastante disparatada”, expresó Cabanillas.

Indicó que la distribución que hizo la exfuncionaria del Departamento de Salud de las pruebas no guarda relación con el número de casos de coronavirus que hay por región. “Por ejemplo, en el área metropolitana donde está básicamente el grueso del problema, por lo menos cerca de un 40% de los casos, solamente se asignaron 52 pruebas. Mientras que al área de Manatí, donde no había todavía ni un solo caso reportado, por lo menos en la página del Departamento de Salud, le mandaron 62 pruebas”, explicó el subespecialista en entrevista telefónica con Primera Hora.

“Cuando uno chequea, lo que encuentra en los laboratorios es una realidad completamente diferente. Por ejemplo, llamo al laboratorio del Auxilio Mutuo, donde no le habían asignado ni una prueba y me dicen que le llegaron el viernes por la tarde 20 pruebas, y llamo al Hospital Presbiteriano, que se supone que le habían asignado 52 pruebas, y no han recibido ni una. Esto es una cosa que no tiene ni pies ni cabeza”, sostuvo el galeno.

Dijo que se han enviado pruebas y no han llegado a algunos lugares y a otros lugares, no se han enviado y han llegado.

Cabanillas cuestionó, además, dónde están las restantes 400 pruebas, porque el gobierno anunció que habían llegado 900 del total de 200 mil pruebas rápidas que el Departamento de Salud le había encargado a una compañía identificada por la Organización Mundial de la Salud.

“Necesitamos tener más formas de medir qué es lo que está pasando y el gobierno no acaba de aclarar en cuanto a qué es lo que ellos tienen, y qué es lo que se supone que nos provean”, agregó.

“Ahora están hablando de que compraron 3 millones de pruebas, pero de las 200 mil solo le habían llegado 900. Hay tanta demanda en el mundo entero por las pruebas rápidas que uno puede decir que ordenó 200 mil, pero si lo que te llegan son 900, entonces distribuyes 500, yo no sé qué pasó con las otras 400, no tengo idea... y de las 500 que distribuyeron tampoco tengo idea de lo que está pasando, porque no tiene ni pie de cabeza la distribución”, enfatizó Cabanillas.

Recomendó a la gente que siga guardando el aislamiento social y “seguir permaneciendo en las casas encerrados”.

"Lo de las pruebas, pues realmente no tiene que ver con eso en particular. Podemos decir que eso (el toque de queda) fue una una decisión excelente y valiente que hizo la gobernadora (Wanda Vázquez Garced). Debiéramos ver el impacto de eso posiblemente en dos semanas. En China tardó cuatro semanas en lo que se manifestó la reducción de casos”, dijo el oncólogo, quien destacó que el impacto peor de la pandemia todavía no ha llegado todavía a Puerto Rico.

Otro médico y exsecretario de Salud, Enrique Vázquez Quintana, dijo que las 500 pruebas “no se perdieron y en vez de entregarlas al laboratorio en Salud” se entregaron en la Oficina de Manejo de Emergencias y Desastres en Caguas.

“Allí, supuestamente, las recibió Mabel Cabeza y no sé si hay una foto de que ella estaba con el doctor Juan Salgado”, dijo Vázquez Quintana.

Salgado, quien es miembro del “task force” médico sonó en algún momento como Secretario de Salud. “No sé qué implica eso que él estuviera allí”, dijo.

“Esas 500 pruebas se distribuyeron al otro día en hospitales en Puerto Rico y en los centros 330 en cantidades pequeñas y hoy creo que hay mil que están distribuyendo”, agregó Vázquez Quintana.