El doctor Juan Salgado, miembro del task force médico designado por la gobernadora Wanda Vázquez para atender la emergencia del COVID-19, negó hoy que el grupo de especialistas haya impartido instrucciones para la compra de un millón de pruebas a la empresa Apex General Contractors por $38 millones.

Salgado sostuvo ante la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, que preside Juan Oscar Morales, que la función del organismo médico se limita a dar recomendaciones.

Señaló que los galenos que conforman el task force sí recomendaron la compra de un millón de pruebas, pero no así a la compañía con la que se debía realizar la transacción, lo que contradice la versión ofrecida por la ex secretaria auxiliar en Administración del Departamento de Salud, Adil Rosa.

“Nosotros no nos podemos adentrar en eso, porque nuestra aportación es meramente científica”, apuntó.

Insistió en que el grupo recomendó la adquisición de un millón de pruebas, pero no específicamente a Apex.

“Es que no podemos adjudicar, porque no está en nuestras funciones como task force”, afirmó.

El presidente de la comisión confrontó al doctor con el audio de la declaración de Rosa ante la Cámara donde denunció que los médicos impartían instrucciones, aunque su responsabilidad solo se limitaba a dar recomendaciones.

“Ella puede decir lo que desee”, refutó a la defensiva.

En tanto, Salgado identificó a Rosa como la persona que trajo a la mesa de los médicos la compañía que podía proveer el millón de pruebas que habían recomendado para atender la pandemia del COVID-19.

Indicó que la determinación de la compra se efectuó el 26 de marzo en una reunión en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) donde no estuvo presente la exsecretaria del Departamento de Salud, Concepción Quiñones de Longo.

De igual manera, Salgado identificó a Mabel Cabezas como el enlace entre el organismo médico para atender la emergencia y la Fortaleza.

Cabezas, exasesora de Salud, había sido despedida por la renunciante secretaria Quiñones de Longo luego de vincularla con el manejo irregular de 500 pruebas de COVID-19. No obstante, Cabeza fue contratada como ayudante en la Fortaleza.

Salgado explicó que Cabeza era la representación de Fortaleza en las reuniones del organismo médico y quien se encargaba de llevar sus recomendaciones a la Mansión Ejecutiva.

“La vi varias veces, pero no estuvo en todas las reuniones”, dijo, aunque no supo precisar a preguntas del presidente de la Comisión de Salud, quien había realizado la designación de Cabezas.