A pesar de habérseles concedido un término de 30 días para cumplir con la instalación de detectores de monóxido de carbono, de 45 moteles que fueron visitados ayer por miembros del Cuerpo de Bomberos, solo uno ha cumplido con la directriz.

Ese fue el resultado de un operativo sorpresa que encabezó ayer, a nivel isla, el jefe de Bomberos, Ángel Crespo, quien propulsó la disposición luego de la muerte de tres jóvenes intoxicados por monóxido de carbono tras dejar encendido el vehículo en el garaje de una cabaña de motel que ocupaban.

Los dueños de las hospederías tienen ahora 10 días laborales para cumplir con la reglamentación. Ayer, la amonestación fue verbal, pero las próximas podrían conllevar multas.

Fue el Hotel OK, ubicado en la carretera PR-1 de Caguas, el único que al día de ayer había instalado 114 detectores eléctricos de monóxido de carbono.

“Por la manera en que en Puerto Rico están construidos los moteles, que son considerados sleeping unit areas, entendemos que hace mucho tiempo que se debió haber hecho esto”, sostuvo Crespo tras la inspección del Hotel OK.

El funcionario fue enfático en que, dentro de un periodo de 10 días, los inspectores adiestrados para atender el asunto regresarán a las instalaciones que no están en cumplimiento.

La directriz a los dueños de moteles, que se estiman que son 80 los que están en funcionamiento en la Isla, se les dio el pasado 9 de mayo, cuando recibieron un adiestramiento por personal de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA).

“Lo que esperamos es que todos los moteles cumplan. No hay excusa para no instalar un sistema que puede salvar la vida de personas que, al final del día, vienen a disfrutar de las facilidades que ellos tienen. No vamos a tolerar que en Puerto Rico ningún lugar que opere similar a un motel no tenga el sistema de detección”, enfatizó Crespo al sostener que la reglamentación “no va a ser letra muerta”.

Los detectores, en el caso del Motel OK, se instalaron en el garaje a ocho pies de altura. Estos son eléctricos, pero la reglamentación permite que sean de baterías, siempre y cuando la administración presente un plan de mantenimiento y prueba que tiene que ser aprobado por Bomberos.

El aparato emite un sonido ensordecedor e insistente cuando detecta una concentración no adecuada de monóxido de carbono en el área. “Se va a activar antes de que la concentración ocasione algún daño a las personas”, apuntó Crespo.

A los propietarios se les exigió, además, la colocación de un letrero que advierte sobre la peligrosidad de dejar los carros encendidos.

Crespo, como parte del operativo, visitó también el motel La Fuente, en Caguas, el cual no contaba con los detectores, aunque personal indicó que los mismos habían sido pedidos a través de la Internet y estaban por llegar.

Más garras

Para ampliar el rango de cobertura y que no se limite a los moteles, la Legislatura trabaja en un proyecto de ley a tales fines que ya recibió el aval de los Bomberos.

La intención es que la instalación de detectores de monóxido de carbono sea obligatoria en residencias de nueva construcción y otras ocupaciones, como pudiera ser talleres de hojalatería y pintura. Para ello, sin embargo, es necesario elevar la exigencia a nivel de ley.

Actualmente, el Cuerpo de Bomberos, que tiene previsto visitar las 80 instalaciones antes del viernes, está facultado a hacer el requerimiento por disposición del Código Internacional de Incendios (IFC).

En el operativo participó igualmente personal de OSHA, que se encargó de inspeccionar que el personal de mantenimiento conociera cómo disponer material contaminado y si además contaba con el equipo necesario para cumplir con su labor.

Fatal decisión

En lo que va del año, cinco personas han muerto por intoxicación con monóxido de carbono.

6 de junio de 2013: Una octogenaria y su hijo fueron encontrados muertos  a principios del mes de  junio en el interior de un vehículo estacionado en la marquesina de su residencia, aparentemente intoxicados. Se desconoce el móvil, pero las autoridades no descartaron ninguno, incluso el suicidio.

20 de abril de 2013: Tres jóvenes,  entre ellos un baloncelista y una aspirante a reina de belleza, fallecieron por intoxicación con monóxido de carbono en una cabaña del motel Adonis, en Juana Díaz. Las víctimas fueron identificadas como Oscar Ramos Pérez, de 22 años; Héctor Rojas Dávila, de 21 años, y Natasha Maysonet Vélez, de 19 años. Según la investigación, el trío salió de las Justas de la LAI y se detuvo en el lugar. Uno murió en el interior del auto encendido, otro en el garaje y la fémina en el baño.