Educación alternativa podría ser efectiva ante problemas del país
La educación alternativa, utilizando métodos novedosos es efectiva para enfrentar los más serios problemas que enfrenta la educación y los estudiantes en Puerto Rico.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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La educación alternativa, utilizando métodos novedosos y poco convencionales, es efectiva para enfrentar algunos de los más serios problemas que enfrenta la educación y los estudiantes en Puerto Rico, coincidieron hoy portavoces de varios exitosos proyectos educativos que se desarrollan en el país.
El tema fue objeto de discusión hoy, sábado, en la Asamblea 59 de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, reunida en Río Grande.
Un Panel de “Proyectos Innovadores en Educación” produjo ponencias de instituciones tales como Crearte, el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) adscrito al Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico y de un proyecto para alfabetización de adultos, entro otros.
Crearte se describió como una escuela alternativa para jóvenes que ofrece cursos de todas las materias y electivas libres.
Brenda Liz Santos, directora ejecutiva de la institución, la describió como un currículo que “promueve el proceso de enseñanza/ aprendizaje a través de la creatividad, la comunidad y el contenido”. Afirmó que a través del mismo se “promueve que los jóvenes cuenten con la oportunidad de prepararse para competir adecuadamente en su entorno inmediato, en las oportunidades de empleo disponibles y empleos futuros”.
Comparó sus resultados con lo que es la realidad de la Isla. “En Puerto Rico por cada 10 estudiantes que se matriculan en la escuela, se gradúan solo seis, por cada 10 jóvenes que se matriculan en la universidad, solo terminan tres, el 56% de los jóvenes menores de 18 años viven bajo el nivel de pobreza”, lamentó.
En contraste, destacó, “la retención de matrícula en Crearte ronda en un 95%, hemos graduado el 88% de los candidatos a graduación en estos últimos 4 años y atendemos desde un sistema individualizado a 60 jóvenes por trimestre”.
Por su parte, Aida E. Lara Fontánez, del Centro Desarrollo Infantil (CEDI), explicó que este se inició desde el 1993, como un laboratorio del Instituto de Deficiencias en el Desarrollo. Indicó que el mismo “provee un ambiente de inclusión, donde los niños y niñas con deficiencias o retraso en su desarrollo comparten con pares de desarrollo típico. Utiliza metodologías innovadoras en el área de intervención temprana y servicios centrados en la familia”.
Explicó que una encuesta realizada entre los padres de los niños que recibieron estos servicios, demostró la satisfacción de estos con los avances de sus hijos y en su comprensión de las situaciones de sus niños y cómo atenderlas satisfactoriamente.
Ana Luisa Baca Lobera, presentó mientras tanto, un exitoso proyecto de alfabetización de adultos. Explicó que mediante el mismo se ofrecen servicios de educación básica para adultos, tales como leer, escribir, habilidades matemáticas y habilidades de la vida diaria.
Los cursos se ofrecen 9 horas a la semana, utilizando un “acercamiento didáctico grupal e individualizado” y “materiales manipulativos Montessori”.
Destacó que al completar el proceso estos adultos expresan sentirse más independientes, más útiles, y felices por tener ahora la capacidad de realizar transacciones y actividades a las que antes se veían imposibilitados.
Terapia de circo- Subtítulo
En otro de los paneles, dedicado a “proyectos innovadores de salud mental” se destacó también el éxito de la “circoterapia” para ofrecer servicios terapéuticos a jóvenes.
Leslynette Irizarry, que dirige el programa de servicios integrales Educare, destacó que “la Asociación Australiana de Terapistas Ocupacionales publicó un estudio científico realizado con jóvenes que evidenció que las actividades circenses promovieron la salud física y la conciencia corporal, permitiendo que los participantes adquirieran destrezas de auto-ayuda, aumentaran su confianza y autoeficacia, y mejoraran las destrezas de trabajo en equipo, liderazgo y cohesión”.
Dicho estudio, agregó, demostró que estas actividades proveyeron además oportunidades para calmarse, incrementando su retroalimentación sensorial, el balance y la coordinación” y permitió además que “los participantes desarrollaran sentido de pertenencia”.
Explicó que “juntos/as elaboramos los programas de servicios terapéuticos de acuerdo a las necesidades de cada participante, brindamos las terapias de forma simultánea, y lo hacemos de forma divertida”.
Afirmó que mediante este sistema, en que se trabajan distintas áreas de las artes circenses, promueven el “desarrollo de destrezas apropiadas de juego, concentración, perseverancia, atención, trabajo en equipo, desafío, conciencia del riesgo (peligro), autoconfianza, comunicación con pares, autoestima y manejo del coraje”.
Ofreció datos estadísticos sobre el resultado positivo de estas terapias en distintas áreas de evaluación de desarrollo y progreso de los jóvenes que participaron en este programa.