En un paso de avance para la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (Lgbtt), el secretario de Educación, Rafael Román, firmó una carta circular que permite a estudiantes del sistema público de enseñanza a seleccionar el uniforme que desean vestir según su orientación sexual. 

Lo que permite esta directriz es que, independientemente del género u orientación sexual del estudiante, pueda vestir falda o pantalón como parte de su uniforme escolar, según lo decida. 

El documento fue revelado por la emisora radial NotiUno este lunes, pese a que fue el 9 de septiembre que el titular firmó el documento.

El cambio más trascendental sobre el uso del uniforme está en el tópico nueve del área de Directrices generales de la carta circular 16-2015-2016, el cual aplica a las escuelas elementales, intermedias y superiores. El mismo establece que “no se impondrá la utilización de una pieza particular de ropa a estudiantes que no se sientan cómodos con la misma por su orientación sexual o identidad de género. El Departamento de Educación tiene la función primaria de atender el proceso de aprendizaje y no es partícipe del maltrato emocional que esto pueda generar”. 

Asimismo, el documento, que consta de seis páginas y un anejo, el cual representa la Certificación de cumplimiento con el procedimiento para el cambio del uniforme escolar, destaca una cita del antropólogo Josep Martí, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. La misma establece que “si hablamos de uniformes, estamos hablando de presentación social del cuerpo. La lógica social nos pide saber en todo momento quiénes somos dentro de la comunidad. Y los uniformes sirven para eso, para mostrar los parámetros de identidad, de orden social y de necesidad de intercambio”. 

Razón principal del cambio es proteger a los padres    

Tras darse a conocer esta nueva directriz, la cual está vigente desde el mismo día en que se firmó, el secretario de Educación envió unas declaraciones escritas a este diario en las que destaca que esta carta circular tiene como propósito proteger económicamente a los padres. 

Explicó que “la nueva política que determina las normas generales para el uso de uniformes en las escuelas públicas, más allá de dictar la manera de vestir de nuestros estudiantes y fomentar la disciplina, así como el sentido de identidad de la escuela, busca atender dos reclamos importantes que hemos estado recibiendo de padres, madres y encargados de nuestros estudiantes. En primera instancia, los constantes cambios de uniforme que impactan el bolsillo de las familias y las irregularidades en las que incurren algunas escuelas cuando se determina cambiar el uniforme y las medidas injustas que se toman contra estudiantes que, por razones de peso, no pueden cumplir con el uso correcto del uniforme escolar”. 

“No obstante, aprovechamos la coyuntura para atemperar nuestras políticas a las disposiciones de la Orden Ejecutiva OE-2015-012, del gobernador Alejandro García Padilla, para que se adopte la reglamentación necesaria para garantizar que no habrá discrimen contra estudiantes por motivo de su orientación sexual o su identidad de género. En ese sentido, el estatuto dispone que ningún estudiante podrá ser sancionado por dejar de utilizar una pieza particular de ropa, que forme parte del uniforme escolar, con la que no se sienta cómodo o cómoda dada su orientación sexual o su identidad de género”, añadió.

Explicó que más allá de que los estudiantes determinen qué uniforme utilizar, si el de las niñas o el de los varones, lo que promueve la carta circular es que los cambios en uniformes en las escuelas no sean constantes y no se afecte económicamente a las familias. 

“De igual forma, bajo el nuevo estatuto queda prohibido que las escuelas exijan marcas específicas de uniformes o promocionen comercios particulares de ventas de uniformes. Esta prohibición es cónsona con las disposiciones del Reglamento para las Escuelas Elementales y Secundarias, en su séptima parte, artículo IV, inciso (j), que establece que bajo ningún concepto se permitirá el patrocinio de determinado establecimiento comercial para la compra de vestimenta”, destacó Román.

La nueva directriz también impone un procedimiento para aprobarse el cambio de uniforme y expone que debe ser informado a los padres en marzo.

“La normativa dispone , igualmente, que no se impondrán medidas disciplinarias a estudiantes que no usen el uniforme escolar establecido en el reglamento interno de la escuela por falta de recursos económicos, razones de salud, religión, situaciones de emergencia o por alguna razón, como lo es la orientación sexual o identidad de género, que pudiera resultar discriminatoria e irrazonable”, manifestó Román.

Reaccionan los líderes magisteriales  

Como reacción a esta nueva política, el presidente de la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (Unete), Emilio Nieves, dijo a NotiUno que “la implicación que tiene el lenguaje que está ahí no está muy claro y específico, pero da a entender que hay que respetar la decisión de aquellos estudiantes conforme a la orientación sexual que establezcan”.

Por su parte, la líder magisterial Eva Ayala criticó que esta nueva regla se imponga bajo la “improvisación”. Destacó que antes se debió educar sobre la perspectiva de género para que no se reporten casos de acoso escolar (“bullying”). 

Afirmó que es importante “desarrollar una cultura de educación” de perspectiva de género, tanto a los estudiantes como a los maestros, para que este cambio en el uso de uniformes “no se convierta en una gestión que vaya en riesgo del buen funcionamiento de las escuelas”.

Por su parte, Tamoa Vivas, portavoz de Alerta Puerto Rico, llamó este cambio como “una ridiculez”. 

“Este gobierno ha insistido en creer que se vive en una dictadura y se va a ir por encima del padre. Usted como padre sabe qué es lo mejor para su hijo… Sinceramente, es increíble que le vamos a dar manos libre de decidir cualquier cosa que quiera hacer porque le haga feliz. Pues mira, a mi hijo le puede hacer feliz comer dulces todo el día, no bañarse, no dormirse temprano, no hacer asignaciones o no ir a la escuela. Entonces, por hacerlo feliz y por hacer lo que el niño quiere, ¿lo vamos a hacer? Eso sí es maltrato… Vamos a seguir luchando por lo que es correcto y el mejor bienestar de nuestros hijos. Y el mejor bienestar de nuestro niños en la sociedad no es implementar una ideología como la perspectiva de género”, opinó.