El pasado domingo, decenas de ponceños aguardaron durante varias horas para votar en un evento primarista que ni siquiera comenzó, pues las papeletas nunca llegaron.

Pero fue el coraje precisamente lo que motivó a muchos electores en la escuela Rafael Pujals en Ponce a levantarse temprano hoy, a pesar del mal sabor que les dejó el incumplimiento de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) y el miedo al contagio con el COVID-19.

“Yo esperé hasta las 12:00 del mediodía y mi hermana hasta las 2:00 de la tarde. Hoy llegamos casi a las 7:00 de la mañana, porque la espera del domingo pasado lo que me dio fue más coraje y dije ‘voy a votar, voy a votar y punto”, confesó Carmen Traverso mientras esperaba en la fila del colegio novoprogresista para participar del proceso.

Su hermana Lourdes hacía lo propio, pues esta vez quiso asegurarse de que nadie entorpeciera su decisión.

“Hasta ahora gracias a Dios están bien organizados y espero que continúen el día completo así. la gente está guardando distancia, están todos cubiertos con mascarillas y todo y están tranquilos. Pensé que iban a venir a pelear, por lo menos, la gente está tranquila”, señaló doña Carmen al asegurar que la participación electoral era similar a la semana pasada.

“He visto unas cuantas personas. Nos estamos saludando como grandes amigos y nos conocimos el domingo pasado en un desastre, en una vergüenza. El que hizo esto ha dejado a Puerto Rico en una vergüenza”, acotó Traverso.

Frente a Carmen estaba Manuel Pérez quien interrumpió su relato para decir que “lo pasado, pasado está”.

“Vine tres veces aquí el domingo pasado. Aquí en este país está el experto botao y nadie sabe ná. No tuve dudas de venir hoy, me levanté temprano porque si hay que votar, hay que votar”, insistió.

En el ala popular, la participación comenzaba a tomar auge; cada elector guardando la distancia recomendada para prevenir la propagación del coronavirus.

Uno de los primeros en fila era don José Torres Negrón de 82 años, el cual esperó dos horas el domingo pasado, “pero un oficial me dijo que me llamaba cuando llegaran las papeletas y así lo hice, pero no me llamaron porque nunca llegaron las papeletas”.

“Vine temprano hoy porque Dios quiera que no, pero ¿y si esta es la última oportunidad que tengo en la vida? Yo soy popular y estoy seguro por quién voy a votar desde el principio… estoy con el alcalde Charlie (Delgado)”, afirmó.

Por su parte, Eugenia Colón, coordinadora de unidad por el Partido Popular Democrático en ese plantel, aseguró que “el movimiento de gente es parecido a la semana pasada”.

“Nosotros teníamos un montón de personas aquí para votar, pero como las papeletas no llegaban, tuvimos la idea de ponerlos en lista por si llegaba, llamarlos y la gente se fue contenta. Hoy veo las mismas personas, porque recuerda que los que casi siempre vienen temprano son las personas mayores”, indicó.

Pero no todos los electores que madrugaron eran personas de la tercera edad, sino que se pudo observar, aunque en menos proporción, a electores más jóvenes.

“El domingo pasado vine tres veces, pero a las 12:00 del mediodía me rendí cuando empecé a ver las noticias, pero más que frustración lo primero que pienso es que se presta para corrupción”, expuso Rafael José Guzmán.

Sin embargo, aseguró que la situación del COVID-19 desalentó a muchos familiares y amigos, quienes “no vinieron a votar por miedo al contagio y otros que ya tenían sus planes para hoy”.